Anda sal, carmín de la noche bisiesta.
Empeña la sidra que hace rio en tu garganta.
Métele hondo a la nostalgia,
amarra la cornea que desnuda.
Asísteme a mi desgracia,
Hay un laberinto en tu guarida,
me afila, y pone su soltura en tu cerrojo
gesta mi tentación,
escarlata más sutil el de tu pudor,
vapuleando mi tiempo , ese que me gasta
la mente , sacude mi testosterona.
Ya no se donde más,
que en el palacio
de mi lascivia,
date la vuelta y castígame tras tus
montañas,
aun en mi sigue tu vapor interno
asilabando gemidos.