sábado, 7 de diciembre de 2013

Todo aquello que nos revoluciona la humanidad es poesía (entrevista a Lya Ayala)


 Lya Ayala (San Salvador, 1973), Periodista, escritora, editora, investigadora, docente universitaria, pintora, entre tantos adjetivos que la califican como  una artista inclasificable. Su bagaje cultural da pie a retomar temas de la literatura actual, de la poesía como referencia, genero del cual tiene muchos libros editados como Ventanas en 2010, aparecida en antologías representativas del país y en su archivo personal, ensayos, investigaciones que poco a poco van dando luz en esta sociedad emergente. Puntual en sus respuestas, libre del peso de guardarse lo que quiere decir, recurrente, con fino humor, como se puede retratar un buen escritor. Lya Ayala depura en sus palabras lo que ya está descubierto, pues en su mensaje, su principal característica es develar secretos, contarnos desde su perspectiva como aborda la poesía y las tantas inquietudes que a forma de admiración ha prestado atención en las tantas denominaciones de arte que existen. Amante del cine, buscadora insaciable en su calidad de sensible que posee. Ayala se descubre para dejar en evidencia el lado poético que la acompaña, que si bien es cierto ha dicho en otras entregas periodísticas, mas no ha dejado salir tan metódicas respuestas como en esta ocasión. La poeta y sus facetas, sus hitos y en cada palabra algo de ella, un oficio que solo  los amantes de la literatura pueden ejercer, el oficio de Lya Ayala.

1.      ¿Qué hace a la poesía especial al resto de géneros literarios?

La poesía no es más ni menos especial  que otros géneros literarios. Sucede quizá, y esto lo afirmo desde mi propia experiencia, la poesía busca quién pueda comunicarla mejor, sino sucede así, el propio transmisor o medio, como quieras llamarlo, se aleja por sí mismo. Solo los que resisten se quedan haciendo poesía, porque es un acto de resistencia continuo ante la vida. Como no me gusta hacer drama de las cosas, te diré que El Salvador no es el país exclusivo de las desgracias para ser poeta. Los poetas no son un grupo muy apreciado o valorado, en la Edad Media tal vez los juglares; pero en nuestros tiempos, no es tan divertido ni glamoroso ni particularmente excepcional serlo.
Luego de esta consideración es que afirmo que la poesía es un género que busca a la víctima que deberá, si corre con suerte y valor para seguir toda una vida escribiendo, transmitir un mensaje, una apreciación del momento histórico que le toca vivir, en eso se parece bastante a los historiadores que hacen, a su manera, una combinación entre el relato y la poesía. No le adjudicaría tanta algarabía a la poesía. Cada género dice lo que debe decir desde su propia voz y desde sus circunstancias.


2.      En cuanto al poeta ¿Qué papel tiene en la actualidad?
Primero, quiero comentarte que no considero al poeta un ser excepcional o particularmente especial. Esto hay que saberlo cuando la poesía se convierte en el trabajo diario, en la labor que se realiza año tras año, página tras página. La idea es hacer bien el trabajo, lo mejor posible, como lo haría otro experto en su área.
Entonces, cuando alguien dice que es un poeta debería tener una visión estética de la vida y de sí mismo como comunicador, pero existen carencias serias en este sentido. Es posible que estas carencias limiten la voz del poeta en la actualidad. Por una lado, saber por saber es un desperdicio, me refiero aquel sujeto que no puede reflexionar y actuar frente a esa realidad como observador; por otro lado, hay poetas tan silenciosos frente a su realidad, que es imposible siquiera saber qué ideas tienen más allá de la poesía que leemos de ellos. Entonces,  si el poeta tiene que desempeñar un papel, que sea auténtico con la visión estética e histórica de su trabajo. Lo que sí me parece importante es respetar la opción del poeta: el que quiera gritar, que grite; el que quiera callar, que calle.





3.      ¿Quién avala si alguien es poeta o no?

Pues no lo sé, a lo mejor nadie y todos. Yo no me fijaría tanto en eso.
Casi cualquier persona que mueve a otro a percibir la realidad a entrar en la reflexión o en el goce sería un poeta, luego, son poetas los niños y los paisajes y el odio y el amor…todo aquello que nos revoluciona la humanidad es poesía, porque es contradicción y contracción de lo inmediato y superficial. No le daría tanto crédito a quien gana premios o recibe buenas críticas, menos a quien las asigna y dictamina qué es poesía y qué no. Un poeta debería sospechar de todo eso y considerar y apreciar mejor lo que diga quien le escucha sea uno o sean mil. No me fío de quien opina con certeza qué es poesía, y menos de quién se cree poeta, porque lo digan otros. No creo que Rimbaud haya ganado un juego floral… en fin…tampoco creo que le hubiera importado mucho…

4.      ¿Se encuentra poesía en la música o en otro medio de difusión contemporáneo?

Si el mensaje que se transmite logra algo en quien lo escucha o lo mira, pues, nombrémoslo poesía. “Lograr ese algo” es un acto de encuentros de seres humanos, porque permite la comunicación en reciprocidad.
Fíjate que he leído y escuchado que cuando uno escribe algo; ya no es de uno, sino de quien lo lee, me parece absurdo, porque elaborar un poema, una película, una canción, una pintura, por mencionar estas formas de construcción de mensajes, este acto humano de crear posee dos direcciones: quien lo elabora, sea individual o en grupo, y quien lo recibe. Ese encuentro es lo que nos permite saber que vamos avanzando como sociedad, como seres humanos, es un enramado complejo de comunicar y transmitir historia pasada, presente y futura, y no puedes anular ni al que lo emite ni al que lo recibe, ambos existen para interrelacionarse, para dialogar.
También encuentras esa transmisión en el baile, en el conjunto de la gente que camina por la calle, en la forma que cambian los diseños de los vestidos, en el maquillaje de las mujeres y, recientemente, en los afeites de los hombres, todos esos detalles que suman miles y miles de construcciones simbólicas en la sociedad son, inevitablemente, parte de la poesía.
Esa es la labor del poeta: observarlas con detenimiento. Por eso no asumo que el poeta sea algo excepcional, es un observador fino y acucioso de la historia en la línea del tiempo, por eso debe mimetizarse más que sobreexponerse; porque esa alharaca de decir supuestamente algo “maravilloso”, se desinfla cuando el lector no alcanza a ser sorprendido con la “poesía”, y eso te lo digo desde mi posición como escucha o lectora, uno se siente miserable, timado esperando una tormenta y solo recibe unas gotas, es triste.





5.      ¿Se puede ser feliz y poeta al mismo tiempo?
En general, la gente cree que es feliz, trata de imitar algo parecido a la comodidad física y la relaciona directamente con la felicidad: comer es felicidad, dormir, ver a los hijos, ganar dinero; ve tú a saber, la felicidad es un término muy ambiguo y monótono, no se necesita ser poeta infeliz o feliz para escribir bien o escribir mal. Aunque a los poetas les gusta, les encanta hacer suponer que viven atormentados, en el fondo son buenos actores. En lo particular no me interesa la felicidad, como modo de sobrevivencia emocional ni recurso estilístico, para provocarme un poema. Escribo, eso es lo que hago.


6.      ¿La poesía es sinónimo de sabiduría?
Si la sabiduría la entiendo como reflexión producto de la observación y la interacción humana, sí.

7.      ¿A qué poeta según su criterio es imprescindible leer?
Los que a mí me han resultado imprescindibles, puedo mencionar a Jorge Luis Borges, inicialmente; pero existe muchísima poesía que debe leerse, a veces, con un par basta, te quedas impregnado no sé de qué clase de palabras que jamás regresas a ser el mismo. Me gusta mucho Alejandra Pizarnik, Fernando Pessoa, Rafael Alberti… muchísima poesía. Sin embargo, me gusta más el cine y la música, encuentro poesía ahí. En mí se suma el asombro y el espanto cuando veo cierta película o escucho cierta música, a partir de esta experiencia, comprendo que jamás quise ser poeta, sino directora de cine o músico.

8.      De las palabras en general ¿Cuál es su favorita?
Todas y cada una de ellas son mis favoritas, escribo muchas palabras sobre las palabras.

9.      ¿Para qué se escribe?
Todavía no lo sé, tampoco quiero saberlo nunca, es mejor así o dejaría de hacerlo.

10. ¿Se es poeta solamente cuando se está en el oficio o en todo momento?
Supongo que pasa como un doctor, en todo momento. La diferencia es que si en una isla hubiera un doctor y un poeta y los isleños tuvieran que salvar a uno por el bien de la comunidad y al otro lanzarlo al agua infectada de tiburones, ¿a quién crees que salvarían?

.11¿A qué le apuesta su poesía?  
A las palabras.

12. ¿ Se puede vivir del oficio de poeta?
Depende. Ya te comentaba que es una opción de arriesgarse a asumir esa labor con la certeza de que los poetas son observadores finos y para eso necesitan salud, me refiero salud de ojos, vista saludable que sepa con madurez afrontar la naturaleza humana, que invariablemente busca su autodestrucción. Hay que rescatar de ahí lo que tenga sentido para transmitir efectivamente. Luego, viene la reflexión ¿quién te da trabajo por eso y menos quien te paga por eso? El poeta debería poder vivir de observar el cataclismo y la gloria humanas, pues sí. Ser poeta es un trabajo curioso, porque la gente paga por casi cualquier cosa, menos por un poema.

13.¿El amor es el bastión de la poesía en general?
También la pasión  que es tan potente como el amor para fabricar los poemitas, solo que añadiría es más divertida. El tema del amor en poesía me parece, a veces, bastante soso y rebuscado. Prefiero leer sobre otras cosas, no soy buena observadora del amor, me nubla el escepticismo cuando voy por ese camino, por ejemplo, los poemas de “amor” que escribo, tienden a explicar el amor y cuando eso sucede mejor escribir sobre la pasión que es más concreta. Pero sí, el amor es uno de los grandes temas en literatura y en cualquier soporte que lo aguante, bueno, los seres humanos giran en torno a este tema. A veces saludablemente; otras, enfermizamente (ves que chulas estas palabras, larguísimas).

Un poema - Lya Ayala



esencialmente
“De este modo, el socratismo es una forma
perfeccionada del atontamiento.”
Jacques Rancière

esencialmente los poetas no sirven para nada
las grandes hazañas tienen un cadáver
los poetas no tienen ni siquiera un muerto
uno que mate mirándolo a los ojos
con coraje con humo de odio o amor en la pupila
es lo mismo
con la daga hincándole las entrañas y sonriendo
los poetas no tienen patria no tienen batalla
esencialmente no sirven para nada
no construyen ni arman ni edifican ni curan
esencialmente se miran así mismos
se aboban de su propia sombra
algunos jamás penetran la palabra
porque la palabra existe por sí misma
no los necesita
esencialmente los poetas siempre esperan
la única cosa que saben hacer
esperar un muerto

De Rojas las palabras (2013)



por Wilfredo Arriola