Lya Ayala (San
Salvador, 1973), Periodista, escritora, editora, investigadora, docente
universitaria, pintora, entre tantos adjetivos que la califican como una artista inclasificable. Su bagaje
cultural da pie a retomar temas de la literatura actual, de la poesía como
referencia, genero del cual tiene muchos libros editados como Ventanas en 2010,
aparecida en antologías representativas del país y en su archivo personal,
ensayos, investigaciones que poco a poco van dando luz en esta sociedad
emergente. Puntual en sus respuestas, libre del peso de guardarse lo que quiere
decir, recurrente, con fino humor, como se puede retratar un buen escritor. Lya
Ayala depura en sus palabras lo que ya está descubierto, pues en su mensaje, su
principal característica es develar secretos, contarnos desde su perspectiva
como aborda la poesía y las tantas inquietudes que a forma de admiración ha
prestado atención en las tantas denominaciones de arte que existen. Amante del
cine, buscadora insaciable en su calidad de sensible que posee. Ayala se
descubre para dejar en evidencia el lado poético que la acompaña, que si bien
es cierto ha dicho en otras entregas periodísticas, mas no ha dejado salir tan
metódicas respuestas como en esta ocasión. La poeta y sus facetas, sus hitos y en
cada palabra algo de ella, un oficio que solo
los amantes de la literatura pueden ejercer, el oficio de Lya Ayala.
1. ¿Qué hace a la poesía especial al resto
de géneros literarios?
La
poesía no es más ni menos especial que
otros géneros literarios. Sucede quizá, y esto lo afirmo desde mi propia
experiencia, la poesía busca quién pueda comunicarla mejor, sino sucede así, el
propio transmisor o medio, como quieras llamarlo, se aleja por sí mismo. Solo
los que resisten se quedan haciendo poesía, porque es un acto de resistencia
continuo ante la vida. Como no me gusta hacer drama de las cosas, te diré que
El Salvador no es el país exclusivo de las desgracias para ser poeta. Los
poetas no son un grupo muy apreciado o valorado, en la Edad Media tal vez los
juglares; pero en nuestros tiempos, no es tan divertido ni glamoroso ni
particularmente excepcional serlo.
Luego
de esta consideración es que afirmo que la poesía es un género que busca a la
víctima que deberá, si corre con suerte y valor para seguir toda una vida
escribiendo, transmitir un mensaje, una apreciación del momento histórico que le
toca vivir, en eso se parece bastante a los historiadores que hacen, a su
manera, una combinación entre el relato y la poesía. No le adjudicaría tanta
algarabía a la poesía. Cada género dice lo que debe decir desde su propia voz y
desde sus circunstancias.
2. En cuanto al poeta ¿Qué papel tiene en
la actualidad?
Primero, quiero comentarte que no
considero al poeta un ser excepcional o particularmente especial. Esto hay que saberlo
cuando la poesía se convierte en el trabajo diario, en la labor que se realiza
año tras año, página tras página. La idea es hacer bien el trabajo, lo mejor
posible, como lo haría otro experto en su área.
Entonces, cuando alguien dice que es un
poeta debería tener una visión estética de la vida y de sí mismo como
comunicador, pero existen carencias serias en este sentido. Es posible que
estas carencias limiten la voz del poeta en la actualidad. Por una lado, saber
por saber es un desperdicio, me refiero aquel sujeto que no puede reflexionar y
actuar frente a esa realidad como observador; por otro lado, hay poetas tan
silenciosos frente a su realidad, que es imposible siquiera saber qué ideas
tienen más allá de la poesía que leemos de ellos. Entonces, si el poeta tiene que desempeñar un papel, que
sea auténtico con la visión estética e histórica de su trabajo. Lo que sí me
parece importante es respetar la opción del poeta: el que quiera gritar, que
grite; el que quiera callar, que calle.
3. ¿Quién avala si alguien es poeta o no?
Pues no lo sé, a lo mejor nadie y
todos. Yo no me fijaría tanto en eso.
Casi cualquier persona que mueve a otro
a percibir la realidad a entrar en la reflexión o en el goce sería un poeta, luego,
son poetas los niños y los paisajes y el odio y el amor…todo aquello que nos
revoluciona la humanidad es poesía, porque es contradicción y contracción de lo
inmediato y superficial. No le daría tanto crédito a quien gana premios o
recibe buenas críticas, menos a quien las asigna y dictamina qué es poesía y
qué no. Un poeta debería sospechar de todo eso y considerar y apreciar mejor lo
que diga quien le escucha sea uno o sean mil. No me fío de quien opina con
certeza qué es poesía, y menos de quién se cree poeta, porque lo digan otros.
No creo que Rimbaud haya ganado un juego floral… en fin…tampoco creo que le
hubiera importado mucho…
4. ¿Se encuentra poesía en la música o en
otro medio de difusión contemporáneo?
Si el mensaje que se transmite logra
algo en quien lo escucha o lo mira, pues, nombrémoslo poesía. “Lograr ese algo”
es un acto de encuentros de seres humanos, porque permite la comunicación en
reciprocidad.
Fíjate que he leído y escuchado que
cuando uno escribe algo; ya no es de uno, sino de quien lo lee, me parece
absurdo, porque elaborar un poema, una película, una canción, una pintura, por
mencionar estas formas de construcción de mensajes, este acto humano de crear
posee dos direcciones: quien lo elabora, sea individual o en grupo, y quien lo
recibe. Ese encuentro es lo que nos permite saber que vamos avanzando como
sociedad, como seres humanos, es un enramado complejo de comunicar y transmitir
historia pasada, presente y futura, y no puedes anular ni al que lo emite ni al
que lo recibe, ambos existen para interrelacionarse, para dialogar.
También encuentras esa transmisión en
el baile, en el conjunto de la gente que camina por la calle, en la forma que
cambian los diseños de los vestidos, en el maquillaje de las mujeres y,
recientemente, en los afeites de los hombres, todos esos detalles que suman
miles y miles de construcciones simbólicas en la sociedad son, inevitablemente,
parte de la poesía.
Esa es la labor del poeta: observarlas
con detenimiento. Por eso no asumo que el poeta sea algo excepcional, es un
observador fino y acucioso de la historia en la línea del tiempo, por eso debe
mimetizarse más que sobreexponerse; porque esa alharaca de decir supuestamente
algo “maravilloso”, se desinfla cuando el lector no alcanza a ser sorprendido
con la “poesía”, y eso te lo digo desde mi posición como escucha o lectora, uno
se siente miserable, timado esperando una tormenta y solo recibe unas gotas, es
triste.
5. ¿Se puede ser feliz y poeta al mismo
tiempo?
En general, la gente cree que es feliz,
trata de imitar algo parecido a la comodidad física y la relaciona directamente
con la felicidad: comer es felicidad, dormir, ver a los hijos, ganar dinero; ve
tú a saber, la felicidad es un término muy ambiguo y monótono, no se necesita
ser poeta infeliz o feliz para escribir bien o escribir mal. Aunque a los
poetas les gusta, les encanta hacer suponer que viven atormentados, en el fondo
son buenos actores. En lo particular no me interesa la felicidad, como modo de
sobrevivencia emocional ni recurso estilístico, para provocarme un poema.
Escribo, eso es lo que hago.
6. ¿La poesía es sinónimo de sabiduría?
Si la sabiduría la entiendo como
reflexión producto de la observación y la interacción humana, sí.
7. ¿A qué poeta según su criterio es
imprescindible leer?
Los que a mí me han resultado
imprescindibles, puedo mencionar a Jorge Luis Borges, inicialmente; pero existe
muchísima poesía que debe leerse, a veces, con un par basta, te quedas
impregnado no sé de qué clase de palabras que jamás regresas a ser el mismo. Me
gusta mucho Alejandra Pizarnik, Fernando Pessoa, Rafael Alberti… muchísima
poesía. Sin embargo, me gusta más el cine y la música, encuentro poesía ahí. En
mí se suma el asombro y el espanto cuando veo cierta película o escucho cierta música,
a partir de esta experiencia, comprendo que jamás quise ser poeta, sino
directora de cine o músico.
8. De las palabras en general ¿Cuál es su
favorita?
Todas y cada una de ellas son mis
favoritas, escribo muchas palabras sobre las palabras.
9. ¿Para qué se escribe?
Todavía no lo sé, tampoco quiero
saberlo nunca, es mejor así o dejaría de hacerlo.
10. ¿Se es poeta solamente cuando se está
en el oficio o en todo momento?
Supongo que pasa como un doctor, en
todo momento. La diferencia es que si en una isla hubiera un doctor y un poeta
y los isleños tuvieran que salvar a uno por el bien de la comunidad y al otro
lanzarlo al agua infectada de tiburones, ¿a quién crees que salvarían?
.11. ¿A qué le apuesta su poesía?
A las palabras.
12. ¿ Se puede vivir del oficio de poeta?
Depende. Ya te comentaba que es una
opción de arriesgarse a asumir esa labor con la certeza de que los poetas son
observadores finos y para eso necesitan salud, me refiero salud de ojos, vista
saludable que sepa con madurez afrontar la naturaleza humana, que
invariablemente busca su autodestrucción. Hay que rescatar de ahí lo que tenga
sentido para transmitir efectivamente. Luego, viene la reflexión ¿quién te da
trabajo por eso y menos quien te paga por eso? El poeta debería poder vivir de observar
el cataclismo y la gloria humanas, pues sí. Ser poeta es un trabajo curioso,
porque la gente paga por casi cualquier cosa, menos por un poema.
13.¿El amor es el bastión de la poesía en
general?
También la pasión que es tan potente como el amor para fabricar
los poemitas, solo que añadiría es más divertida. El tema del amor en poesía me
parece, a veces, bastante soso y rebuscado. Prefiero leer sobre otras cosas, no
soy buena observadora del amor, me nubla el escepticismo cuando voy por ese
camino, por ejemplo, los poemas de “amor” que escribo, tienden a explicar el
amor y cuando eso sucede mejor escribir sobre la pasión que es más concreta.
Pero sí, el amor es uno de los grandes temas en literatura y en cualquier
soporte que lo aguante, bueno, los seres humanos giran en torno a este tema. A
veces saludablemente; otras, enfermizamente (ves que chulas estas palabras,
larguísimas).
Un poema - Lya Ayala
esencialmente
“De
este modo, el socratismo es una forma
perfeccionada
del atontamiento.”
Jacques
Rancière
esencialmente los poetas no sirven para
nada
las grandes hazañas tienen un cadáver
los poetas no tienen ni siquiera un
muerto
uno que mate mirándolo a los ojos
con coraje con humo de odio o amor en
la pupila
es lo mismo
con la daga hincándole las entrañas y
sonriendo
los poetas no tienen patria no tienen
batalla
esencialmente no sirven para nada
no construyen ni arman ni edifican ni
curan
esencialmente se miran así mismos
se aboban de su propia sombra
algunos jamás penetran la palabra
porque la palabra existe por sí misma
no los necesita
esencialmente los poetas siempre
esperan
la única cosa que saben hacer
esperar un muerto
De Rojas las palabras (2013)