domingo, 23 de diciembre de 2012

Feliz Navidad y feliz año 2013




Creo que he cumplido con quién he querido, mejor que ellos con migo. He saludado a quién he querido saludar, he asistido adonde me han invitado y también he ido a lugares que iba más mi razón que mi piel. Creo al final que uno termina haciendo y siendo el mismo inventario al final de los años, pero la mirada cambia y las cosas que antes parecieron ser autenticas se han alterado. He visto mentiras convertirse en verdad y viceversa, también le preste mis ojos a la tristeza y mi boca a la alegría; llore, reí, baile, resumiendo viví.

Vivo con el peso de todos los años, también ame igual, comprometí mi moral en unos brazos que ya no están. El tiempo ha pasado rápido, mire amores del pasado y en mis ojos cayo el ancla de la realidad, reiteré tanto tiempo que pudo pasar en mis ojos y sobreviví  con la alegría de no sentirme parte de un pasado, que tanto dolió. Conocí personas eternas que ya no están, consolide amistades con personas que sin saber se metieron en lo mío y me enseñaron a que conociera mi verdadero nombre, ayude con delirios, me ayudaron escuchándome… sentí el brazo de la calma en mi hombro cuando ya no sabía qué hacer.

Le vi pasar tantas penas a unos ojos dañados, me hice parte de ellos, de ellas. Porque la angustia y la desesperanza siempre son motivos de empatía, viví las notas del piano junto a ellos, ver lo que se desploma era desplomarme también. Así soy, con un imán en la memoria, con una mano blanda que acaricia las noches de enero, de abril, de agosto y ahí hay que morir…  Sentencie en cada mes que no tengo otra patria que no sean sus ojos, pero la memoria traiciona  y me he quedado apátrida, sin luz… sin un futuro menos claro. Ha sucedido tanto, he llegado a sitios a donde la plenitud es cuestión de una decisión, puesto me he quedado asombrado al ver lo fácil que resulta el bienestar.  He reído  al compás de una canción asignándole completa reverencia a un futuro de rosas. Conocí el insomnio más aun, me hirieron las garras de la enfermedad, brinde con nadie y brinde entre amigos. No sé al final que valdrá la pena, pero yo este año me he llevado mucho, se ha quedado con migo; tormentas, besos, golpes, poemas, amigos, publicaciones, desengaños, alegrías.

Ahora queda dejarse más suelto ante lo que venga y abordar cada momento, como quien aborda su último momento, vencer la prisa y sobrevivir a tanto. Nada es para siempre, ni el olvido.

Desde mi trinchera te deseo toda la plenitud que das, los besos que entregues, los pechos que aprietes, todas las lágrimas que sean de felicidad y si no que no lo olvides. Te deseo una tormenta segura y la tranquilidad de una madre sonriendo, a por todas.

Feliz Navidad y feliz año 2013.

¡Brindas por mí, por todos! 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Lo terrible


A veces el hincapié es una especie de condenación anticipada, volver a esta cama y hacer el crudo inventario de los amores pasados es algo que hiere tanto, que ya no sé a quién culpar.
Diría que la vida me ha sabido golpear, muy a su modo, indeleble y soez. Asesta sobre mí, un estilo de acento trágico. Me siento vulnerable. A penas sé encontrar una piel que sea mi plural y de pronto la vida se vuelve angosta, los camino firman títulos solamente de ida; nunca de vuelta. Coincido ahora, que la recamara se canso de ser testigo, y de verme perentorio, sacando conclusiones de todo, sabiendo a mi parecer que las cosas del amor, nunca serán tan fácil, como hacer una valoración de los hechos, como comentar del que se fue y se le olvido de donde partió, o resumir que la dignidad es asunto del exclusivo amor propio.

Lo terrible es llegar a un puerto, llámese: casa, habitación, parada de autobuses, cualquier anden de la ciudad, un barroco pueblo, la espera de un amigo que pronto regresara. Saberse ahí y no encontrar la palabra correcta para vengarse del propio mal, de encontrar algún concepto que le dé nombre a lo intangible pero certero. Solo las noches vigilan la perdida de la mirada, cuando se siente el puñal pasajero de las horas, y viene el recuerdo como barco sobre el mar, poniéndonos en escena los dorados días que parecían los trofeos de ese entonces, recordar la felicidad de lo pasajero, incluso recordar esas alegrías que ahora son nostalgias por ser educados y no citar a la tristeza como referente.

Mirar atrás es entregar al cuerpo a la nada, olvidar esto que no pasa. Lo terrible es saber –como duele la conciencia- que lo blando paso a ser duro ya. Qué no se puede vender uno así por así, con una sonrisa, con una llamada relatando necesidad, con un beso largo de despedida, con estar antes diez minutos del lugar. Qué no se puede vender así de fácil ya; lo que llamamos amor.
Volver al pasado como ejercicio normal, escudriñar, rechazar, negar. Pero ¿Qué hemos aprendido? 
¿Ponerle cara fuerte al presente y parecer inmunes? No lo sé, las preguntas internas solo buscan responder hacia el dolor. Y  está vena, parece ser un atajo al conformismo, qué no debería, pero a veces me gustara también decidir por mí, la soledad siempre es elegida, las respuestas son prefabricadas, la música termina diciendo lo mismo, y la ropa entre más básica mejor, los espejos no saben ocultar la verdad y los rotos no mienten. Lo terrible también es huir de nuestro propio cuerpo, lo malo es que casi siempre llega al mismo lugar, y eso de hace tiempo dejo de existir o lo peor, nunca existirá. La verdad por sincera tiene pocos aliados, y los que son, aprender a saber, y no por estar, puede parecer fiesta. No, no lo es.

Quizás inicie este nuevo párrafo con una palabra que pone dudas en mi saber, porque pocas certezas poseo: La primera es que estoy solo y la segunda que mañana será igual. No quiero saber que la cruz de lo perverso lleve nombre de mujer, sería injusto, considero más injusta la poca valoración como ser humano, y la demasiada asignación a lo perdido. También la desgracia corre por nuestra propia cuenta. Hay muchas cosas terribles, los domingos iguales, la rutina de los demás días, el café con el mismo recuerdo, el respeto al vicio, la sensibilidad de las lluvias, las ironías de los tomados de la mano, seguir leyendo los mismos poemas de amor, seguir cantando las canciones que nos dejan dolor. Hay algo de ironía. La justicia de las noches es devorarnos el recuerdo, pero hasta la arena llega un punto en que deja ser un buen terreno para la huella... 

¿Qué nos queda? Buscarle otro concepto al domingo, huir de la rutina, considerar el té como metáfora del vino, perderle el respeto a las lluvias, comprar cortinas, odiar los parques, encontrarle defectos a los poemas y pensar por escuchar a uno que otro cantor… Como si la vida fuera de decisiones, como si vos te subiste a mi barca  pensando que yo era el mar, y supiste que solo era río… Hay quienes lo saben y ahí en eso de la conciencia radica el dolor.

Lo terrible, lo que duele, lo ilícito: es aprender a morirse en el mismo nombre, invitar a la cama cada día a quién nunca llegara. Lo insano es seguir creyendo que todo cambiara, ya lo dijo Sosa, y lo de ella no fue un verso sino un himno. Todo cambia, pero adonde no sé quiere cambiar que lo maten con sus propias balas. 
Lo terrible, es que acá sigue el mismo frío con que inicie y no ha cambiado nada…

Wilfredo Arriola

sábado, 17 de noviembre de 2012

Paisaje etéreo

¿Qué palabra rima con el olvido?                                                                                                                       ¿con el silencio?
¿qué gano con respirar tus sobras?
si de mi tienes todo mi suspiro
¿qué gano con oler tus huellas?
si en mi geografía, avante haces un camino.
Llorar no es la mejor respuesta para la verdad
es un atajo largo para el olvido.
Pero la luna emerge distante en noches de frío,
las estrellas sin luz avisan del dolor de una mirada perdida
las nubes sin invierno, también saben llorar hondo en la herida
No dudes de tu rostro por mis inquietudes de niño sin pelota
de juicios sin leyes, de nostalgia sin tiempo..
Para entender la razón hace falta deshacerse de la mesura
encontrar en el verso una mirada de respuesta inmediata
¿qué palabra rima con tu nombre?
Muchacha de iris olvidado,
de dudas como gaviotas pintadas
como tildes en los mares de tu país,
la pasión que despides, la arena que mueves, la risa que sofocas.
Todo se resume cuando en silencio cavas nuestras iniciales
y le devuelves a la arena, lo que el tiempo nos ha prestado.

Wilfredo Arriola

viernes, 2 de noviembre de 2012

Dialogo de la noche




La lastimada noche descansa en el halito de la mirada.
El tiempo dentro de la marea 
es una ola
que canta el sosiego vertiginoso
de la anotomía 
de luz.

Una gaviota en pleno vuelo
deja el rastro 
como un crayón nervioso
en la hoja del niño cargado de ira.

Voy a huir
lo sé por el pulso de mi puño
negado a escribir el verso que titule
el hambriento néctar
de la soledad devorada
en el desván de la ventana.

La tinaja vacía me recuerda
que nada promete más
dentro de una desinflada voz
sedienta de esperanza.

Voy a partir 
y la noche
se reposa en las montañas 
de un país que me niega.


Luciérnaga rota
en un bosque de rostros olvidados.


La cartera olvida mis neceseres
así como también la noche
aprende a amanecer sin mí.

Wilfredo Arriola 

domingo, 7 de octubre de 2012

Inventario de Ventanas (reseña del libro Ventanas de Lya Ayala)

Inventario de Ventanas (comentario del libro Ventanas de Lya Ayala)

Al momento que adquirí Ventanas de Lya Ayala, no sabía que aquel libro también era una llave. Una llave que daba paso a aquella casa, donde figuraba un mar imaginario, estirpe de la poesía en general. No solo eso, le construyo a su vena poética una casa dentro del mar. Entro a ese espacio y me entero del silencio contemplado de
sde una silla, de la mirada ensimismada de la poeta, del poeta, de todos los poetas que nacen dentro de su mirada. Onda por inercia de la observación. Aquella ventana era la frontera de las sombras, del tiempo, de las pieles, del auto cuestionamiento, mezclando la inteligencia con la intimidad de todas sus dimensiones.
La anatomía de ventanas, es resumir años, plazas, aeropuertos todo dentro de sí. Se carga de historia sus páginas. Entrar a Ventanas es prestarle los ojos a la autora, medir el tiempo desde su sala, ver como se seca la tendida ropa de la piel de sus inventos, es ser lluvia y llover desde su mirada. Dejar que hable su silencio, ver crecer la naturaleza desde su habitación, ver morir sus miedos.


Cada paisaje, las tantas horas del día arremeten en contra, mejor dicho, a bien de la poesía. Lya abona con sus letras una especie de sensibilización humana, dejar en relieve las circunstancias tan ligeras de la vida, esas que nadie señala con pasión; como una hormiga solitaria buscando su camino, como la tristeza de los cristales, la sombra de los pequeños árboles. Así como también tantos elementos. La plenitud es algo que sucede de la piel para dentro, en este caso de la Ventana hacia adentro, del alma a la letra, de la palabra al sentimiento. Recorro la casa, soy invitado. Los pasillos me muestran las mariposas, verlas es subir la colina, y subir la colina es nombrar de nuevo a la vida.


Cada parte es una escena, sin reglas, una soledad decidida. Ventanas es la mirada larga, sin interrupciones, están de más, comas, mayúsculas. Un camino que sin detenerse, nos logra suspender. He entendido que los versos son una partícula, quizás una palabra, un cuadro que adorna sus paredes, una flor dentro de su vasija, un reloj que asigna tiempos irrevocables, tiempos vitalicios.
Recuerdo el poema “Puertas” donde asumí conversación imaginaria con ella, en la sala de estar, de patio, el mar; la ventana de testigo, sus ojos describiendo el verbo amar a rabiar. Sentirla decir el momento preciso con cada parte, con los dedos, con las palabras, con las manos. Eso es amor, su puerta, sus ventanas.
La oralidad de la poeta me dejo la inquietud de sus hazañas, digo oralidad porque es imposible no alzar la voz y sentirse dentro de la casa, tomarse un tiempo a solas, reivindicarse con el “Yo” nuestro, retomar las cuentas personales y hacer de ese tragaluz una nueva mirada. De mi parte aun conservo esta llave, de pronto agarro mi imaginación y veo como el agua duerme en el mar.

Wilfredo Arriola





publicado el día sábado 6 de octubre en el suplemento 3000 Diario Co-Latino El Salvador 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Luna Viva 20 años de poesía en una sola noche




Más de 20 poetas de distintas generaciones, movimientos y estilos despiden a La Luna Casa y Arte con una lectura.

Habrá teatro y danza.

Teatro: Lunáticas postales de ciudad (TIET, dirección: Jennifer Valiente). Danza: Paola Lorenzana/Mariem Pleitez.

DÍA Y HORA: Miércoles 26 de septiembre de 2012, 6:30 p.m.
LUGAR: LA LUNA CASA Y ARTE.
Calle Berlín 228, Urb. Buenos Aires 3, San Salvador, Tel.: (503) 2260 2921.


Entrada: Gratis.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Sentir es también asunto de la piel



La palabra se me ahoga. No tengo libreto ya para este trágico pesar. Pasan las cosas que pasan, difiero con el sentimiento causado por el amor, tengo una duda que me aquilata las noches, las putas noches muy a favor de nadie, muy en contra de mí.

Me rozo con cualquier recuerdo, finjo el delirio del verso, asisto la mirada hacia ninguna parte, adonde no me invitan. También en la propia casa se puede ser invitado, lo he sido, lo soy y me tiembla escribir que lo seguiré siendo. La noche da para acusarse y poner claras las cosas, llegar al recuerdo y saberse perdido es un abismo tan eclesiástico, es un derrumbe que a veces suele terminar en un halago. Pero esta vez no, esta vez vengo a poner claras todas mis sombras, que le han hecho bien a la poesía, a mi calidad de fino insensible. Basto me he sentido donde poco importa. Reitero, me debo mucho tiempo, me debo noches, me inquieta verme en el espejo, siempre miro más rostros en mi rostro. No sé si es válido contarme tan desnudo, porque ya muchos causaron penas y sumarse a esa terna, es jugársela de tonto y pretender un insulto como presea de ser digno de lastima.

Explicándome, no soy yo quizás ahora. O miré cosas que no debería y eso me trae aquí, o más bien estoy jodido y la página en blanco siempre se tiñe de los dolores ajenos, y nunca se queja. ¿Adónde se dejan las penas? ¿Qué no ya se habían olvidado? ¿El tiempo es la excusa de los que se quieren curar gratis? ¿Amo o denigro el sentimiento? ¿A quién le asigno tanto poder  a cambio de tanto desprecio? ¿Es válido formular preguntas donde se temen las verdades? Para hacerse tantas interrogantes hace falta una dosis de realidad que no es paralela al flagelo. ¿Quién se daña más? el que aprieta el gatillo del olvido y engaña sus labios en una soledad concurrida, vestida de mujer de paso. O el que ingiere el testículo de ver cómo le sonríen los labios en fotos decoradas con promesas de amor, donde no figuro. 

¿Quién? ¿Quién se jode más.? El puñal más fuerte contra el desamor es la cobardía. Prometerse a sí mismo y no cumplir es ser dos veces cobarde. Es no merecer ni la intima confesión de un amigo, también la desfeches tiene vergüenza, también las historias de amor exoneran al culto que se le rinde a las causas fundidas en la necedad. La soledad para algunos es la prisión que mejor les viene, colaborar con falacias es surtir de histeria a esos corazones qué por jodidos que son, siempre encuentran una estación adonde reflejarse.  Nunca supe apostarle a eso, no me se vender, tampoco se fingir orgasmos visuales, no lo he logrado, la parte más canalla de conocerse es que se le puede mentir a las manos, pero no se pueden mentir con caricias… Desde hace mucho, no me sale el cuerpo de mi cuerpo, no me veo castrado de dolores, desde hace mucho no me toca la canción que me eleva y desabrigo las intenciones sin temores. Sentir es también asunto de la piel, y mis manos solo tocan tazas cargadas con alguna metáfora de vino, de vodka a eso de las tres de la tarde donde urge encontrarse en la voz de uno mismo, dentro del cuerpo de una mujer. 

Todo se aprende y estas cosas no se olvidan, para cada parte una anécdota, para cada silla una espera, para cada ventana una mirada perdida, y no quiero seguir poniendo en desventaja los lugares adonde te he amado y no has asistido a la cita informal, porque de ser formal duele más, saber tu inasistencia. Eso es la casa, eso soy yo, desde hace años, desde hace ayer. Insistir eso hago, y no me lo explico, si de explicar fuera no llevara tanto buscándole el claro a la página negra vista a contraluz de la tarde, para verle el minino agujero que diga que está roto. Que diga en esta ocasión que aun se puedo estar vivo.
Soy la contradicción de lo que pasa, soy todas mis quejas apiladas en este escrito, soy lo que me merezco. Cada quién tiene las letras que se merece. 

Wilfredo Arriola 

domingo, 2 de septiembre de 2012

Esta noche



ESTA NOCHE le cante a la soledad.
Y ella me escucho.

Lagrimeé esa canción de venas hinchadas
le dije pudiente:
Era para ella. 
Como no hacerlo
con la voz de hierro sangrada.
Es extraño como me miran
las camisas huérfanas sin tu aroma,
es extraña ver la camándula rezando,
sin tus manos derramadas.

Ya no te quiero mientras cante esta canción,
de estribillo olvidado.

Mañana despertare en otra cama,
vestiré el sentimiento de samaritano
para pedirte un mendrugo de tus caricias.
Esta noche sude la inocencia
te grite dos salves maría
figurando pena.
Como reciente la cordura mi vida
si cuando estoy a tu vera
me lleno del más demente tiempo
ese de cantos tibios de madrugada.

Esta noche le cante a la soledad.
Y ella me escucho.

Sentía su aplauso,
tímido con silencio, mordaz sin gesto.
Rondo los pasillos, sin llevarme puesto
es que no soy yo, en mi cuerpo
es que eres tú, en mi tiempo.
Cobarde rompo las flores
de tu preferencia,
niego mi existencia en cada palabra abstracta,
en cada perdón pedido a nadie
en cada silla frente a mis pies doblados
en cada copa vertida sin vino.

Hoy naci muerto cantando
hoy fueron tantos días,
aun divago.

Termino estas notas
a solas 
y sin invitación.

de Intempestivo 

Wilfredo Arriola

lunes, 27 de agosto de 2012

Presentación del libro: Ventanas De la poeta Lya Ayala

Presentación del libro:

Ventanas
De la poeta
Lya Ayala


Día: jueves 30 de agosto
Lugar: Palacio Tecleño de la cultura y las artes
Avenida Eduardo Molina Olivares, 2-3 (contiguo a Alcaldía de Santa Tecla) Municipio de Santa Tecla, Departamento de La Libertad, El Salvador Centroamérica
Teléfono: (503) 2534-4768
Hora: 7:00 pm.

Adquiere tu edición en el Museo de la Palabra y la imagen (MUPI), La Luna y los Tacos de Paco.
Y el día de la presentación en el Museo Tecleño

Inversión:

$3.00


  

martes, 21 de agosto de 2012

Presentación del libro La decisión, la venganza y otros cuentos de Mauricio Vallejo Márquez

El viernes 24 de agosto en el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI) a las 6:30 pm se presentará el libro La Decisión, la Venganza y otros cuentos del escritor Mauricio Vallejo Márquez. Editado por ediciones La Fragua.
La presentación estará a cargo de César Ramírez (Caralvá), fundador del Suplemento Tres mil y escritor.


MAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ
(San Salvador, 1979). Escritor, poeta y periodista. Licenciado en Ciencias Jurídicas. Se desempeña como corrector de estilo de Diario Co Latino. Coordina el Suplemento Cultural Tres Mil y Aula Abierta, del mismo periódico. Es director de ediciones La Fragua.
Ha publicado: Tiempo en la marea (poesía, 1999), Cantar Bajo el vidrio (poesía, 2000), La Casa (poesía collage, 2001), El último salmo (poesía, 2007), Cuentos de Ocio (microcuento, 2006) y La decisión, la venganza y otros cuentos (cuento, 2012).
Su poema El último salmo ha sido traducido al inglés, francés, japonés, hebreo y portugués. Aparece en las antologías: Alba de otro milenio, de Ricardo Lindo (2000); Arte Poética, de André Cruchaga (2006); Antología de literatura salvadoreña 1960-2000, de Jorge Vargas Méndez (2008). Lunáticos, poetas noventeros de la postguerra, de Alfonso Fajardo (2012).
Sus artículos, cuentos, poemas y ensayos se han publicado en las revistas literarias: Cuadernos Hispanoamericanos, España; Círculo de Poesía, México; Cultura; ARS; El Búho de LPG; La mosca; Huella; MeSCenas y Revista Islámica de El Salvador.

pagina del autor : Mauricio Vallejo Márquez

Ediciones La Fragua ha publicado: Si dejas de quererme lo sabrá este poema de Benjamín Prado, Ventanas de Lya Ayala, Sueño Inverso de Wilfredo Arriola, La historia de una lágrima de Hilda Henríquez, Pecado de Néstor Moreno y De Vallejo a Vallejo de Mauricio Vallejo (padre).

El MUSEO DE LA PALABRA Y LA IMAGEN ESTÁ UBICADO EN URBANIZACIÓN LA ESPERANZA EN LA 27 AVENIDA NORTE 1140. TELEFONO 2275-4870

En la actividad se contará con la participación de Gabriela Mejía con el performance Ataduras y la música de Carlos Rubio Calles.
Se encontraran libros a la venta.


"En estos siete cuentos nodales, Vallejo Márquez le concede a la literatura un plano de igualdad con las ciencias sociales.  Anticipa un proyecto inacabado, por venir.  A la arrogancia científica que reclama para sí el monopolio de la verdad, la literatura abriría una esfera inédita: la del cuerpo humano como sustrato biológico sometido a exigencias de orden cultural.
No habría un proyecto único, sino varios simulacros paralelos y en pugna, que anhelan sustituir lo real por su imaginario simbólico.  Los sujetos históricos poseen tanto el derecho de sentir —de interpretar su vida en letras y ficciones— como un científico social racionaliza vivencias ajenas.  Intuyo por qué razón la vivencia directa traducida en letras sería ficticia, mientras el sistema lógico de lo no-vivido monopolizaría el derecho a la verdad.  Se trata de un régimen bastante curioso, aún en boga, en ciertos círculos intelectuales.  Si traduzco mi vivencias y percepciones en cuento, novela o poesía se llama ficción.  Si un extraño traduce esa misma experiencia en un ensayo sociológico se le llama ciencia.
Acaso la oposición binaria —ciencia-ficción— justificaría ámbitos complementarios que la presunta verdad científica finge como reales para legitimar su superioridad.  Nada nuevo: la ficción es el corolario nietzscheano de la ciencia..  Es realmente curioso que sentir el color, el aroma y el sabor del mango sea menos real que clasificarlo de anacardiácea".
Rafael Lara Martínez,
escritor y antropólogo, premio nacional de Cultura 2011.


La decisión, la venganza y otros cuentos de Mauricio Vallejo Márquez puede adquirirse en Ediciones La Fragua, Librería UCA, Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), La Luna, Los tacos de Paco y Diario Co Latino.

jueves, 16 de agosto de 2012

No lo comprendo


La noche comenzó a partirse, como se parten los labios al pronunciar la palabra “amor”. Y de cuando, me abrigo la esperanza que dejan las calles al marcharse, llenarse de todo su torrente, de lastimar la piel con tanta pena contada desde la mirada, así me siento. La noche es una inmensa tarde de luto, donde la brisa recoge los recuerdos que van quedando baldíos, olvidados en las cicatrices que vuelven a herirse, que solo les basta el recuerdo para llenarse de dolores no superados, tanta quimera, tanto, tanto. ¿Adónde se suelta el grifo del latir? ¿para qué sirve mi voz? ¿a qué esquina llego y se vuelve más legítimo el fin del mundo? Su rostro es una respuesta que solo se responde desde el silencio. Nadie venga a tratar de redimir la esperanza, la congoja  apuñala, tus pasos dejan en ridículo esta silla cansada de esperar. Perdón por el Yo, usted, perdón por la palabra “vértigo” por la palabra “traición”. Desde hace mucho pertenezco al lugar donde el vaho crece al contrario de las heridas, y la pena es una nota  que se toca sin tocar…  Dejen al viento cantar con su voz de ramas, déjenlo hacer de cada mes un pueblo de días. Las sombras se debilitan y esta pasión acusa la niebla, me amarro al llanto, peco con tus silabas, la calle se hace mar con cristales de lustre. No comprendo nada, ni la fecha que no suma nada, no comprendo el victimismo de las sabanas, nuestra segunda piel. No lo comprendo amor, no lo comprendo.

domingo, 5 de agosto de 2012

Ventanas de Lya Ayala






NUEVO LIBRO DE POESÍA DE LYA AYALA LAS VENTANAS. PUEDE ADQUIRIRLO EN LA LUNA CASA Y ARTE O SOLICITARLO AL CORREO arteagapaz.israel@gmail.com o al correo de la EDITORIAL LA FRAGUA grupoliterariolafragua@hotmail.com 












 “Vuelvo a nombrar a Lya porque es el ser vital que encontrarán si miran hacia dentro de estas Ventanas. Si desde Las Ventanas miran hacia fuera, será el ojo de ella, de la mujer-poeta. Pero, si desde ahí, y será obligatorio, se ven  ustedes mismos, será ese milagro, que desde su alma, (alma de Lya),  arranca el viento: el milagro de la poesía”.


Silvia Elena Regalado


Poeta







Lya
Ayala
  (El Salvador, 1973). Poeta y
periodista. Ganadora del Premio Alfonso Hernández (1997). Su obra ha sido
publicada en Suplemento Tres MilLa Prensa GráficaRevista HuellaLa Prensa de
Nicaragua
. Aparece en la antología de poesía salvadoreña Alba de Otro Milenio de Ricardo Lindo
(DPI 2000), Antología del Voyeur
(Ediciones del Viento, 2009). Publicó la plaqueta Verde en Concultura y Casa del Escritor (2002), Arrecife (La
Fragua, 2007). Ha escrito los poemarios Verde,
Pieles del MarMemorial del árbol y Rojo.
Actualmente es profesora universitaria, estudia la maestría en comunicaciones
en la UCA y subcoordinadora del Suplemento
Cultural Tres Mil. 






viernes, 3 de agosto de 2012

Quién me quiera acompañar


Ya no me cabe tanto vacío
el cuerpo desiste de las luces ebrias de la noche.
Agosto juega a tener días que no hablan de mí.
Quién me quiera acompañar
que guarde su silencio en su mirada
que advierta locura
que asista al viento
que se persigne ante la tristeza
que huya de donde nunca ha llegado
que hable de la muerte desde la muerte de su vida.
Quién me quiera acompañar
tengo caminos, puertos, veleros, libros,
mares, ironías, mirada hondas,
sensaciones de frío que aplacan
los veranos rotos.
Tengo, por si me quieres acompañar
la tristeza del sincero
que vale más que la alegría
de cualquier hombre de paso.

Wilfredo Arriola 

miércoles, 1 de agosto de 2012

Cuando cae el invierno



Si, entiendo  es verano  debajo de un carro olvidado
cuando cae la lluvia del invierno, adonde sabes olvidarme
porque la vida no es solo es vida, si no un ensayo del dolor
porque no somos nosotros cuando nos amamos
porque después de todas las brisas… para que acordarse de otros labios.
No somos quizás ahora, los que avanzamos en una carretera mojada de cinismo
No lo somos, ni vos ni yo, quien sabe si algún día lo seremos. Pero que importa, ayer recordaba, ayer también visite mi lapida sin epitafio
Ayer también… es ahora
Terminar  es una palabra que sufre de carácter, por todo su clima
es algo que no se sabe comprender de un solo tajo.
Terminar, terminar: como si la vida supiera de inicios
como si vos, te abordaste a mi vida, como quien aborda
su primer barca, sin saber adónde esta el mar.
Terminar, porque no imprimís toda tu energía
Y ajustas cuenta con la palabra Infinito.
Pero al igual que tú, yo no soy nadie para saber de vocablos
de silabas unidas por ebrios sin respuesta,
yo que la vivo y  la recorro moribundo.
- no -  Para qué seguir hablando de muros sin ventanas,
sin puertas, sin un letrero parco
Pero estamos,  digo estar, por tu respiración fuerte impávida, soez.
Esto de respírate aun a mi lado incluye aun quererte sin quererte
No le digas a tu terna de besos que no los usurpare más.
Hacerlo, es inventar huidas en contra de libertad.
Solo se es libre, mientras desconocemos los significados
que incluyen rejas.
Ahora la vida se me esconde en una mesa de dos
sin que la luz de una vela, diga que la mesa esta completa
 pero la silla es un espacio tan llano, que merece versos
Para que maldecir el espacio si lo maldito es quien promueva la ausencia
Si, entiendo,  es verano  debajo de un carro olvidado
Cuando cae la lluvia del invierno
Ahí estas mirándome silente, entendiendo
como arrecian las gotas, como mueren y dejan su sangre
en las calles manchadas de luto
debajo de una sombrilla la vida se vive mejor
debajo del olvido, se escribe mejor.

 Wilfredo Arriola

viernes, 20 de julio de 2012

La Fragua en los Tacos de Paco


Día miercoles 25 de Julio Hora 7:00 pm Av. Los Andes 2931, Col. Miramonte, San Salvador 

jueves, 12 de julio de 2012

La decisión, la venganza y otros cuentos *Mauricio Vallejo Márquez

La decisión, la venganza y otros cuentos . por Mauricio Vallejo Márquez * Editorial La Fragua

Puede solicitarlo en la Luna Casa y Arte, en San Salvador
La Rayuela, Santa tecla
Liberia UCA 
Museo de la palabra MUPI

martes, 10 de julio de 2012

Verbo amar quebrado





Si me vas a condenar por eso, condéname.

Detrás de los ojos la vida se derrumba
sé que no vendrás, y la llama ardera lentamente en mi hoguera.
Todo el fuego se quedara en el desván de la tarde
y en esta habitación  habitara tu crudo espacio.
Condéname por este silencio de pasos
por  confesarme en contra de tu voluntad
por  ver morir la copa, por verte morir en mis verbos.

Hay tardes que lleven  consigo un ramo de verdades
muchas soledades en medio de sus pasos
rostros con tintes desplomados 
-nada sucede así-
mis tardes soplan tu cuerpo, aunque no estés con migo.
Mis tardes tienen literatura, tus tacones tienen fiesta
y entre nosotros 
el verbo amar
quebrado.

Cállate mientras me cuentas tu historia, 
tatúame con tu sal de besos, 
toda la marimba de tus caderas.
Si hubiera una acacia su sombra dibujara
el mapa de nuestra primera cita
los secretos fueran públicos, esos que no 
sabemos contar, ni decir, solo en lo cobarde del pensar.
Ahí nada navega
– nada existe –
nos separa una voluntad de periódicos
es un ir y venir, y nunca leer una nota
para contarla con tigo
nos separa
la discordia del orgullo
un saber camuflajeado,
una frontera  de pies doblados,
una mirada hacia arriba
y en la frente la soberbia como ideal.

Desde hoy, y desde nunca se muere el amor
dividir huellas
¿Ya para qué?
De lo mío, solo rescato la armonía de nuestra  primavera
de lo tuyo, una rama de verano, decaída por el otoño
solo queda el frío de tu invierno, una verdad invertida
nosotros como la quinta estación llamada:
Ironía


Wilfredo Arriola  de Solo tu voz hace que niegue el silencio

lunes, 2 de julio de 2012

Etapas


Hay etapas de transición de la palabra en que todo sucede, nos vemos favorecidos por las musas, el entorno es una página en blanco, para llenarla de la mirada más sincera. Sucede, sucede… con la nostalgia al lado de lo que escribo, me parece que estoy en una etapa de descontrol humano, adonde no me encuentro, adonde quizás he dejado a un lado el lado de poeta, escritor o soñador de palabras. Acudo a esto como quien entra descalzo, porque para entrar a la poesía es de entrar descalzo y con la reverencia del caso, bien lo dijo Lars cuando hacia énfasis del espacio de la poesía. Lo cierto es que tengo una cabeza extranjera y unas cuantas palabras que están en toque de queda, no se dejan escribir ni mencionar, no tengo la luz que emerge de vez en cuando en momentos críticos que solo existen la inspiración, el deseo y la tristeza para poner lo concurrido. Tengo más de dos meses de no asistir a la casa de la poesía, de no arribar sus caminos, de no sentarme en su acera, de no verle de cerca y verles sus ojos color tiempo. Tengo mucho de no llenarme de otras gentes, como dije por ahí, haciendo eco de una página    –La gente me vacía–


Ahora con la serenidad del asunto, me veo en una escala poco convencional y atraco todos mis momentos que solo con el tiempo pasan a hacer bellos, aquella tristeza que me embarcaba y me daba la tinta de la mente para decir lo que estaba pasando en ese momento. Ahora es lo que hay, un cubo de basura vacío, porque ni siquiera tengo algunos bocetos con dignidad, y lo peor y diligente del caso es que no soy feliz para engañarme con el atroz momento de la felicidad, que es la burda imitación de la paz que es lo que deberíamos de pedir o  buscar siempre. No lo es señores, tampoco me he arrimado a una situación de falta de tiempo, si no es más bien una discordia con la nada que me está dejando mucho, la casa siempre es la misma, las mujeres dejaron de importar y solo hay unas que son perfectas en su manera de ser. Intervengo acá que es mi lugar de escritura virtual para disculparme con los que se dan cita, a querer usar la empatía con lo mío. Digo lo último con la serenidad del momento en que espero volver, con cualquier momento despistado que se deje pescar por mi poca inspiración.


Concluyo esto de la manera más puntual. Con la certeza de volver por sus lados. Espero me lean pronto.
Mis más gratas sonrisas
Wilfredo Arriola.
  

(sin foto)

martes, 22 de mayo de 2012

Velada Poética de La Fragua

Martes 5 de junio 6 :30 pm La luna Casa y Arte 

sábado, 19 de mayo de 2012

Carta en la deshora


Acudo a la letra puntual y con osadía. Desde la ventana que acusan nuestras conversaciones, con la pluma en la mano y dispuesto al interminable disparate de la impaciencia, escribo:


Sucede que he sabido recortar cada una de estas lunas que muy a su modo me han hablado de ti, poco he conocido el saberme hermano puro de mi lecho, enternecida turbulencia ha azotado las noches, en el patio de mi recuerdo, todos los columpios deshabitados en la deshora que ya no es. Vengo a lo tuyo, sin prisa fermentado del añejo vino del pasado, con su resaca de amores casi igual que la doctrina de aquella primera vez.
Ruego a los fantasmas todo el credo de darme a mí, la libertad de tiempos viejos, insisto en la literatura porque la copa ya rebosa de recuerdos vencidos y a esta prisa de duelo ya le pesa el listón.
Le pido encarecidamente con el mejor y ansiado carácter de su presencia, me devuelva todo el paraíso que algún día robo de mis entrañas, puesto a esto que le llaman vida, de hace tiempo le dio por no respirar, y sin saber… he tratado de buscar en la diana ilusoria del desván, alguna prenda que me hable de ti. No he tenido fortuna, confieso, confieso más: Contar fechas, llenar de actividades las memorias de mis paginas olvidadas, darle agua al vaso que solías llenar tú. Comprendo que he perdido más de lo que el amor me dio, en mis días ya nada se vuelve a mi voluntad, y si lo consideras poco, con justa razón te otorgo la voluntad de mi juicio a tu favor.

Las campanas de la iglesia solo invocan tu rostro antes de la seis de la tarde, los relámpagos impelen el arduo ejercicio de esclarecer los claros oscuros de tu ausencia, -léase en silencio y a punto de llover-  Para que contar más… Sin en mi pecho todo termina llegando a ti, quizás por momentos incomprendidos me reine el sosiego y se planta en mí, la sonrisa pasajera de mi boca. A pesar de tantos apesares sigo acá, como tormenta impuntual, deliberada y llena del color del invierno que tanto se parece a mí.
De mi son ahora los parques, el reverbero anunciando las siete, los escaños que se cansan de mirar, de mi, la ruta del sendero hacia el lugar donde se olvidan los nombres olvidados, tan solo mío, los ojos infinitos de la tarde.
Impropio me siento, escribir cartas pone en desventaja los años que me acompañan, más que eso, escribirte a ti, dueña de todos los pasados, musa infernal de cualquiera de los tiempos, rama obtuso del árbol del silencio. Llenar el papel de subterfugios es el reproche de vivir en esta era, y de ser amante, nunca amado. Pero el canalla sístole y diástole empuja ahora que ya no estamos, ahora quizás que nos recordamos más, y nos asistimos menos. Dejo al descubierto todo el mar de buenos sentimientos para contigo, dejo entonces el beso envuelto en este papel que vale poco en la hora infinita. No quiero desearte lo mejor, si no lo necesario, lo que te merezcas, quien  busca su felicidad termina encontrando su realidad, y no sé qué nombre lleve, o dentro de que cuerpo esté. La certeza que me pesa es que no fui yo, ni lo seré, y quien esté en tus vendavales se sepa llenar de todo tu fuego, de lo hondo de tu lágrima, de tu reproche rutinario y de tu inédita sabana llena del tesoro que poco vale ya.
La vez que juramos no volver a saber más de nosotros, juramos cita en lo eterno, juramos erizarnos la piel en nuestros logros, y saberlo contar a nuestros oídos que poco escuchan ya. No sé si me voy o el  final es una despedida necesaria. Juzgar desde lo vivido me hace, siempre  estar contigo en mis inicios, y temo fehacientemente que renuncio a este rol de mártir conmovido, y de tu ojo insensato después del abuso de tu mirada.
Prometo dejar más cosas sin contar, o contarlas en otros cuerpos.
Quien nunca escribió
Wilfredo Arriola
Cuarto mes del presente, a las veintidós horas, noveno día.
  
de  Remitente : Soledad  -cartas al abismo- 

lunes, 14 de mayo de 2012

Distopía

Cuando el viento arrecia
deja que te calle un verso.

Ahora la vida es una apuñalada
y los trigales desde  hace mucho tiempo
llevan consigo el luto de su verdad
bajo el asfalto.
La utopía por fin se lleno de realidad
y  ha conocido el infinito,
esta vez sin mí.

Si el viento te toca
venda las heridas
con las lagrimas ahogadas del mar en el siglo XVI
que esto no es igual
y en mi mente arde el sabor 
de lo innombrable.

Puéblame la vida,
intacta luz
perfecta osadía.

Nada inquilina ahora mis sueños.
Te busco ahora, porque el mañana encierra
una grave mentira del pasado
esta verdad solo puede ser cierta
en tus labios.


Wilfredo Arriola


miércoles, 9 de mayo de 2012

Gente


Gente que ocupa el silencio para mendigar la sabiduría
gente que usa la moda para darle ventaja a lo trivial
que leen los periódicos en los andenes de una intelectualidad condenada
que hablan de la justicia con un arma en la mano.
Gente que llevan una lluvia en sus ojos
y por rostro una verdad dañada.
Quizás como tú, quizás como yo
Pendientes del repique de una iglesia que arde con una fe conmovida
con su ofrenda de esperanza enferma de frío.
Gente que usa los andenes de los parques para inventarse la vida que les falta
Que se inundan en la mentira, porque sus excusas nunca se hicieron verdad
que les gusta el sexo, que lo maldicen después
que hablan del dolor como parientes de la ironía
que usan extranjerismos como sinónimos de ambigüedad
que usan sus labios, pero no su voz
que hacen de la crítica la parte más resentida de sus vidas
que ocultan su dignidad debajo de unos lentes de sol.
Quizás como tú, quizás como yo.
Que ponen su mano en el pecho y se olvidan del lecho donde los pario el amor
que van, que vienen
que usan de trinchara la palabra INDIGNACION
gente de  ayer, y quién sabe si de mañana.
Que usan la pobreza para denigrar la honestidad
gente que le dan valor a la soledad por medio de un móvil
que usan la arroba como apellido
que hablan solo cuando tienen  esquinas
que le apuntan a lo tirano, a lo impropio a lo ingrávido.
Gente quizás como tú, quizás como yo.
Que dan conferencias con voces prestadas
que bendicen desde la religión de la soberbia
que se jactan del verbo,
 que nunca olvidan las preseas del pasado
quienes buscan el palco del silencio, cuando de sus errores se trata.
Que han aprendido a desaparecer
que ponen el titulo de amigos en el último favor
que nada tienen, ni fecha para su muerte.
Gente que están tan cerca de mí, de ti…
Gente  que después de su partida
con justa razón se les ha sabido olvidar…

Wilfredo Arriola