lunes, 27 de octubre de 2014

Grave


La luz no respeta el sosiego de las causas perdidas.
Y me parece grave, como respirar.
Avanzas con el alfiler mediático
con la puntada que araña mis desestabilidades
con las mitades que cargas de otros cuerpos
dejando la mía baldía, baldía hasta de mí.

La árida voz no se tiñe ya
y esta membrana deja ver lo que hay del otro lado;
la diana vacía sin ninguna oquedad.
Vacío tal como el camino a casa de madrugada.
Tengo que insistir
ahora en lo acrílico de las tardes.
en lo postizo de las sonrisas
en la foto explicita de la impostura.
en el labio tendido que oculta la dentadura que antes me mencionó.
A sorbos se desliza la vida
la irrecuperable vida.
Conocer los límites también nos estrena una parte desconocida
del que soy, del que seré de hoy adelante.
Lo crucial nos impide, nos regala la otra parte del mapa
nos devela, como la luz.


Wilfredo Arriola