Sos un a veces
un quizás
un tal vez
no por duda
sino por seguridad
que termina siendo
la única forma de no salir dañada
de las guerras que empiezan con besos
y al final con labios cerrados.
Duele:
Uno como si nada
Pero dentro:
se quiebran los cristales
se tiran las almohadas
se deshacen los poemas
se rompen las sabanas
los muebles se tiran
se atenta contra las paredes
te descompensas en el suelo.
Y la muerte pasa a ser una necesidad
más que un dolor.
Saberlo
es poner en vergüenza el mismo infierno.
Más afuera no pasa absolutamente nada
ella
estaba triste.
Wilfredo Arriola