Encendí la luz y tu presencia no se ilumino.
Supe a que sabe el dolor. A ganas enterradas,
a días con abrigo de verano
a sueños desnudos...
Quise apagar el recuerdo y la agonía se encendió.
Es de noche
y lo demás
es asunto del silencio...
Wilfredo Arriola