jueves, 13 de mayo de 2010

Sombras de Inviernos.



Este invierno me habla de ti
con su capa de aire
envuelve mis tímidos alientos de nostalgia
irrigando mi llanto
me circunda la pena de marchar en la calle del olvido
ya el trote está de más
no tengo coraje de seguir
ni arma para combatir.

Aquella tarde morí tanto
que reviví con lagrimas
de desesperanza
esa lagrimas que si tú las
vieras otra cosas fuera…


No está de más aclararte
que mi mirada se nubla en medio día
que baila en la sombra
de la copa que auspicia este llanto
la sombra es la oquedad de mi refugio
ahí navego en el velero tétrico de tu espera
mis manos se vuelven lánguidas
de los continuos retazos
de apretar aire sin tu presencia
si tu lo vieras, si tu lo vieras…
Seguramente te abalanzaras a la huida
puesto no estás y yo sigo estando
en este suplicio nupcial
de contraer responsabilidades con lo incierto
cierto es el momento es que te escribo
me abunda la fé
de crear una corriente de lagrimas
y que embarquen hasta tu estadía.

Mi chaqueta me sirve
de consuelo cuando esta tendida
tuerta de agonía
el otoño está pasando
me ah desojado la vida
me arrancado la paz
hay crisis en mis labios
compruébalo con estas palabras
heridas que sangrando van.


Esto y mil cosas más quiero nombrar
es que tu melodía esa que yo solía cantar
añico el tímpano de mi esperanza
desperanzada mi cama
en ella hay piedad lo sé;
por su silencio,
callada está.



Esto y mil cosas quiero nombrar
como eso que me fusilo a cada atardecer
frente el sol y su ocultar
como eso de llorar sin lagrimar
como eso de murmurar sin hablar
como eso que tu bien lo sabes y nadie más lo sabrá.


Aun creo en el pétalo que me nace de tu recuerdo
al que abono cada vez que no estás
pero tu memoria entiende de mis locuras que estrofo
de estas flechas a diestra-siniestra
de mi paño de antaño
de mi mueca de soledad.
Como te recuerdo cuando miro
sin tu ojo
y me retuerzo
en el cerco
del límite de mi mitad.

Extraido del poemario inedito
Exilio Nocturno.

Wilfredo Arriola