jueves, 10 de abril de 2014

Wilfredo Arriola en Circulo de Poesía




Wilfredo Arriola fue publicado en la prestigiosa pagina literaria mexicana Circulo de Poesía, como nuevos poetas de El Salvador, una selección de poemas del autor hacen cuerpo en la entrada de esta nueva publicación del poeta salvadoreño, visitala en en enlace de arriba . 

miércoles, 9 de abril de 2014

Antonio Gala. El temblor de la palabra

                                                    Muestra poética de Antonio Gala  



“El amor no es necesario entenderlo, es necesario sentirlo. El amor es una necesidad o no es nada” Con una soledad elegida, Gala hace de la palabra una ceremonia en su libro Poemas de amor, una reunión de lo más intimo del autor, una confidencia según sus propias palabras en las líneas de antelación. Once libros de poemas se reúnen en esta antología para mostrar en si todos sus escenarios, época, sentimientos derramados en cada uno de sus versos.

Gala  de origen español, ha incursionado en varios géneros de la literatura: La poesía (Enemigo Intimo –premio Adonais), el ensayo, el guion televisivo (Si las piedras hablaran, Paisaje con figuras) el relato (Solsticios de invierno) la novela  (El manuscrito Carmesí- premio Planeta) entre otros. Ha sido privilegiado con el premio nacional de literatura (España), Premio Nacional Calderón de la Barca, entre muchas preseas más. Sus obras han sido traducidas a las lenguas más importantes por su bagaje literario.
La poesía de Gala más que versos de comunicación son el saber de su larga vida por la literatura, quien a sus tanto años aun no sabe descifrar con exactitud  ¿Qué es la Poesía? ¿Para qué sirve la poesía? ¿En qué lugar se encuentra la poesía? Habla que nace de la poiesis platónica, del arte de su creación y una construcción de forma líquida que se acopla según el terreno, cada espacio de la poesía de Gala muestra la sensibilidad que ha transcurrido en ese momento, que a lo largo de la antología responde a cada una de las preguntas formuladas al inicio de este texto, afirmando su idea en cuanto al género más bello de la literatura.

Como en Enemigos Íntimos donde muestra los ojos de su adolescencia, su periodo reflexivo de cómo abordar el amor “No somos dueños del amor: amamos lo que podemos, pues la muerte y el amor no se escogen”. De once poemarios el autor extrae la parte más simbólica, la que más le arde y la que dispone contar a los literatos, cabe mencionar que cada título es la cara donde se fraguan los versos, donde Gala acude, como quien acude a una cita de amor y nos cuenta lo más relevante según su criterio. La Acacia  es el tercer poemario del libro, como orden cronológico de su vida los aborda. En el trata el lado oscuro del sentimiento, del amor en sí, que resumo con una frase de su último libro Los papeles del Agua Todo lo que me importaba se me ha acercado sólo para decirme adiós” Bajo la sombra de la acacia mira transcurrir todo lo que se le fue quitado, lo que ignora que sabe, lo que tuvo, y que siempre tendrá… todo el pasado habita en su memoria, la que no tiene caducidad.

Valverde 20 “Solo aquello que amamos es capaz de decirnos quienes somos, y hay quienes se enamoran de solo una palabra y quien se enamora de unos labios cerrados.” Un poemario lleno de vida, lleno de un lugar desconocido al que nunca se ha asistido, y, sin embargo, se conoce todo. Baladas y Canciones Un poemario que según las voces que lo acompañan llegan a darle un matiz muy significativo, pero no impelen a una etapa clara de su vida, lo deja todo y busca entre canciones y baladas, dejar ver lo que le aconteció en su momento.

 La deshora  “¿Qué queda pues? Tendemos las miradas como un puente y no hay rio que cruzar. En la altamar estamos: de nada sirve andarse por las ramas  ya no hay árbol sin nombre. La esperanza reza su papel distraído como una prostituta”  Uno de las partes más ricas en metáforas, símiles, imágenes que nutren la atmosfera de los poemas con toda los elementos donde fue escrito, un paso muy categórico de su vida. Meditación en Queronea parte de la pugna de Filipo II de Macedonia para dejar en libertad a Grecia que quedo bajo muchas tendencias macedónicas. El lado del orgullo, de la meditación tal cual lo afirma en el rostro del título, la versatilidad de los poemas expone las influencias de este poemario.

Para Mirta –Sonetos Barrocos El lado donde el autor pone al descubierto su trato con la métrica, y nos regala una selección de los poemas de más latir, las mas prófugos, mostrados en este ramo de sonetos, tal cual sucede en Sonetos para Zubia, Gala se aferra al rigor del soneto, e impone su estilo haciendo de la nostalgia algo más puro “ Sumisamente inclino la cabeza/ no sé si para el golpe o para el beso/ no sé si para el gozo o la tristeza” o “No, llorar ahora no. Solo te pido: /Si tienes que mentir, hazlo en otoño, /cuando el verano acabe de cantar”.

Testamento andaluz Radica en 24 poemas, Antonio descubre el trato a la hipérbole, “Y fui feliz catorce días”  y atraca luego “No seguidos”. Testamento andaluz sufre los parajes más conmovidos de Gala “Aun eres mío, porque no te tuve, Cuánto tardan, sin ti, las olas sin pasar” Nótese una voz femenina durante los versos, ejercicio que Gala acostumbra hacer, hace hincapié a la versatilidad de sus formas, como en su última novela Los papeles del agua, donde su voz transcurre en una voz femenina, no obstante en esta  etapa literaria que vive acude con frecuencia, su estilo surca esa línea. Y por último Tobias desangelado  un libro todavía en proceso a la hora de la edición del libro Poemas de Amor, versos que fueron en lugares donde se encontraba, robando ese tiempo para consigo mismo, México. Madrid, Bangkok, Moscú, Saint-Malo, Budapest, Hong Kong y  varios lugares donde se coló en ese aire ajeno, para ponerlo en estas últimas líneas, tan de él, tan de todos.

“El niño que fui a solas, sigue temblando en mi” Se declara Antonio Gala, como un ser literario que entiende la literatura como un plano claro de vida, en el consigue transformar las mismas emociones con las cuales fueron escritas, tal lo dice Pere Gimferrer – Quien de verdad es poeta nunca deja de serlo – Y a lo largo de estas páginas, he conocido la faz más clara de Gala, no solo son poemas de amor, si no el amor en la literatura, una verdad sin respuestas, más que la verdadera respuesta en sí. ¿Recomendarlo? A ojos cerrado, y con el corazón temblando en la mano, por mi, por la literatura y por todos, y por este amor que dejo al descubierto en mis letras.

Detrás del personaje polémico que esconde Gala en sus entrevistas, es la intimidad que todo escritor requiere, aposto mucho en publicar lo mejor de sus poemas, aposto por cierto su casa, su recamara, su asiento de al lado en sus viajes, sus ojos de poeta ensimismado, aposto entrar en nuestras vidas de lectores, aposto su respiración, adonde cabe toda su poesía.



Wilfredo Arriola

viernes, 4 de abril de 2014

“En este oficio no existen oportunistas. La verdadera literatura permanece en la historia”


Entrevista a Mauricio Vallejo Márquez, poeta, cuentista y ensayista salvadoreño




Mauricio Vallejo Márquez  (San Salvador 2 de diciembre de 1979) poeta, narrador, ensayista y periodista. Licenciado en ciencias jurídicas, con estudios en Comunicación Social. Miembro de la generación de postguerra de El Salvador. Actual coordinador del suplemento 3000 del Diario Co Latino. Estos datos forman parte de un ramillete de títulos de este polifacético escritor, que se ha dado la tarea de responder con soltura desde su concepción de poeta y con la radicalidad también de ensayista.

Para conocerle más a fondo y enterarnos un poco del pensamiento de Mauricio Vallejo Márquez, hijo del poeta mártir Mauricio Vallejo Marroquín. Vallejo nos  deja conocer un poco de su intimidad y nos muestra su contundencia a la hora de responder, que siempre descubre un camino nuevo, en el cual surcan los espacios de la palabra y de la poesía.

El autor de Bitácora alegre y sagaz pone en manifiesto sus raíces, contempla desde su perspectiva sus puntos de vista de la literatura, del arraigo que tiene a sus letras y los detalles que conforman una vida. La patria, el odio, el sentimiento, sus autores más intensos, su ideología, son los puntos que hacen más interesante a este literato salvadoreño.

Una entrevista que revela los datos que nunca había respondido y que frente a frente con la pregunta, responde como solo un artista lo pudiera hacer. Autentico y descriptivo el poeta abre el umbral de su arte. Mauricio Vallejo Márquez argumento de esta manera:


¿A que le tiene miedo un poeta?

A las sombras que nos habitan. Esas sombras que no nos permiten ser nosotros mismos. Quizá ese sea el primer temor, luego hay una fila larga esperando, que un día puede convertirse en poema. El poeta termina sosteniendo entre sus manos el miedo y lo inmortaliza en algún verso.

De su infancia ¿Qué recuerda cómo poesía?

¿De mi infancia? Sería más justo decir de la vida. Creo que todo, los pasos de los adultos entre las sombras cuando aún pretendíamos dormir, los aromas que parecen siempre estar y tener la misma edad, el viento que a veces se vuelve imprudente para hacer ola el cabello, el árbol de nance en la casa de mis abuelos que a pesar de ser desarraigado siguió dando sombra, la calle de tierra en Tonaca que se convertía en río el tiempo que duraba la tormenta. No lo sé. La poesía en sí no prefiere conceptos ni teorías, sencillamente es y permanece, sin edad aunque avance con nosotros, porque siempre volverá y estará. La poesía habita el kairos.

¿Le quedan deudas pendientes con la literatura?

Siempre estaré en deuda, aunque quiera saldarla. No alcanza la vida para darlo todo, aunque lo procuremos. El detalle será que logre saldar a algún lector y que este desee seguir devorando algunos de mis escritos. Eso sería suficiente. Pero, igual que cualquier artista deseo seguir produciendo y teniendo el temple para distinguir si esas obras merecen ser compartidas con los demás o continuar en esa lucha de corrección y de búsqueda como sucede en la mayoría del tiempo.

¿Ha conocido el odio en esta vida?

Nadie me lo ha presentado, pero ahí está. Anda en las calles, en las casas, los trabajos, incluso en la política. Ese odio sin razón o con sus razones, como el odio que tuvieron los asesinos de mi padre. Aunque el odio esté presente no creo que sea lo justo tenerlo como adorno en el pecho, nos hace menos. Sin embargo, la gente decide si le da puesto o simplemente lo ve pasar por la calle. Yo prefiero tenerle distancia, si me unto de él, seguro no tendré buen futuro.

¿Ha conocido la libertad en la poesía?

No se puede habitar en la poesía sin libertad. Es el detalle que despierta el verdadero sentido creador. Una libertad inducida o controlada por los límites que te da el talento, el estudio y la práctica... Además de un buen detector de errores para distinguir entre lo que es poesía y lo que no. Digamos que a veces, no lo voy a negar, he caído en el libertinaje. Me pongo a escribir sin medida y eso aunque resulte positivo, sino le pongo límite termina volviendo más lenta la depuración... sobre todo cuando tienen que ser temas que no son propios. La libertad es lo que nos da autenticidad, nos dice a nosotros mismos: somos.

¿Qué le ha dado  más a la poesía, el comunismo o el socialismo?

A la poesía todos les dan en la misma medida. Creo que la reflexión sería más adecuada al decir qué han recibido estos sistemas de ella. El comunismo recibió muchas flores, hasta Stalin tiene bandera en ella gracias a Neruda, y de vez en cuando han bailado ideólogos, sucesos y más. Es aquí donde se añora esa utopía y se procura, y él poema a veces resultó el causante de una revolución o un poeta como José Martí. En fin el poeta es un idealista, ¿por qué no se comprometería con un ideal tan grande? Ahora vámonos a lo otro, el socialismo. Algo que es distinto, porque el comunismo es un ideal, aunque se represente como un sistema. En cambio el socialismo sí es un sistema y podemos verlo con claridad en muchos países o en las acciones que tienen. El socialismo ha permitido el cultivo de las artes, pero en algunos momentos se ha convertido en su escaparate. No hay ser que no tenga ideas políticas y definirlas y mostrarlas en un poema es la opción del poeta. Si él lo hace, qué bien... y si no, igual. Es su libertad. Merecen ambos el mismo respeto. En lo personal soy un hombre de izquierda y si considero necesario mostrarlo en mi trabajo literario lo haré sin dudar.

¿La literatura es una catequesis? ¿Qué enseña, si lo es?

Enseña la vida, la historia, todo. La religión llega a afirmarse en los individuos porque existe la letra. Sea ficción o no es lo que afirma un pensamiento, una idea o un hecho. Si no hay literatura no hay testimonio del ser humano. La palabra es vida, por la tanto la literatura más que una catequesis es el oxígeno de la humanidad, su refugio y su escape. La literatura nos enseña quienes somos, quienes fuimos e insinúa quienes seremos. Todo depende de los ojos que la leen y que la observan. Algunos le rinden rito, otros la ven como herramienta y los elegidos la observan y aprenden de ella.

Antonio Escohotado dijo “Aprender a morir es aprender a saber “¿Usted está de acuerdo con eso?

Es su opinión. La mía está lejana. Aceptar a morir, sólo nos prepara para lo irremediable. En cambio vivir, aprender a realmente vivir tiene que ver más con aceptar el presente y tener la certeza que todo habita en este: pasado y futuro. Viviendo ese presente como debe ser vivido, con intensidad, con valores, con esa cuota de buscar la perfección consciente de nuestra imperfección. Sencillamente vivir para saber y saber para vivir, porque nunca es lo mismo. En el caso de Escohotado tendrá sus razones, seguramente al reflexionar su muerte aprendió mucho.

¿Cree en la inspiración? o ¿es la excusa de los oportunistas?

¿Cómo te enamoras? ¿Acaso no es algo inesperado o la planificas? La inspiración puede llegar, y como el amor puede crecer y cultivarse, así sucede con la literatura. Decides amar y en esa decisión vas encontrando el camino para mostrar el afecto, para remarcarlo, para insinuarlo. Ese mismo trato tiene la hoja de papel o el monitor de la computadora que va recibiendo toda esa pasión en palabras. En este oficio no existen oportunistas, los que llegan se van con el tiempo. La verdadera literatura permanece en la historia, no con premios amañados o con el espaldarazo del amigo. Sino que con la verdad, como el buen amor, simplemente llega.

¿Ha pensado alguna vez en su legado como escritor?

Más que en el mío, pienso en el de mi padre. Me apena que no he podido divulgarlo en la medida que lo merece y que el tiempo nos está comiendo. Y esa reflexión me recuerda que yo también debo seguir produciendo y mostrando mi trabajo. No sé si dejaré un testamento literario o si toda mi obra merezca ser considerada mi obra. Sólo quiero tener la oportunidad de compartir lo que el tiempo decida que comparta. Porque llegada la muerte no creo que me preocupe tanto, tendré otros intereses.

¿Se considera parte de una generación literaria?

Bueno, así dicen. Pero en la realidad tengo mis dudas. Primero porque con los que llaman generación de posguerra tenemos diferencias sustanciales, soy de los menores, mucho menores en edad y tengo otras temáticas e intereses, pero tomo a bien que me hayan incluido, eso te da algo de identidad. No somos islas, aunque querríamos.  Luego, con los escritores de mi edad que se ponen en otra generación tenemos aún menos cosas en común. Quizá me definiría como de posguerra porque mi infancia la viví en la guerra, con persecución, con familiares mártires (como mi padre) con la conciencia de que mi apellido me relacionaba con la revolución y que eso era suficiente para que la guerra no se aparte de mí; al contrario de la mayoría de mi generación que fueron espectadores de la guerra. Pero todos la sufrimos de una u otra manera. Eso nos hermana, la poesía siempre es otro camino.

De los autores que ha tenido el placer de leer ¿Quiénes merecen atención?

No voy a ser hipócrita y te voy a decir uno en particular. Mi verdad será diferente a la que tengo otros u otras. Tengo mis lista de autores, que admiro y mucho, pero un verso puede anular cualquier juicio. La tristeza de César Vallejo siempre la deben de conocer, porque es una tristeza hermosa y que cabe en palabras altisonantes. La hidalguía de la emoción en la lírica de Luis Cardoza y Aragón son fundamentales para saber que el ritmo puede crear una corazonada. La melancolía de las metáforas de Pablo Neruda pueden hacer que pintemos versos aún en la oscuridad. Y mi lista podría seguir, siendo injusta por pretender darle justicia a todos. Lo importante es que le demos atención a los escritores que el tiempo se encarga de sostenerlos, los clásicos, los iniciadores de escuelas y estilos. Sin dejar pasar a los actuales como Benjamín Prado o Raúl Zurita y el siempre sano Ernesto Cardenal. Así como tener ojos para los que van surgiendo y no vedarles el camino por mezquindades o incomprensión.

¿Qué le debe a la patria?

Ese concepto me inhibe. Porque la patria se ha vuelto impersonal y algunos prefieren decir país o compatriotas en el mejor de los casos.  Pero tomémoslo a bien y digamos que la patria merece lo mejor de uno, porque está en su seno, porque nos permite convivir entre muchos  más. Y nos niega, teniendo la soltura de convertirnos en apátridas. Mi deber con la patria es escribir. A ver si mi ofrenda le resulta como la Abel o la de Caín.

Si tuviera la oportunidad de ver a su padre de nuevo ¿qué fuera lo primero que le dijera?

No tendría palabras. Lo vería de frente, me encargaría de verificar su rostro, de compararlo con las fotografías, de buscarme en él. Y sí al tener la certeza que es ese Mauricio Vallejo que conozco solo por historias, me acercaría y no tendría ojos para verlo porque le daría un abrazo procurando devolver el tiempo en que ya no fue posible que estuviéramos tan estrechos. No habrían palabras, sólo gestos, llantos. Y el pausado trajinar del pecho entre sollozos de alegría. Quizá después de sentirlo nuevamente diría: papá.

Mauricio Vallejo Márquez ¿Con qué personaje se identifica más? El poeta, el narrador, el periodista, el humano, la persona de élite, el amigo…

Digamos que persona a secas. De esas que les gusta hacer muchas cosas y que no puede renunciar a quien es. Una persona que a ratos es poeta o narrador, pocas veces periodista (aunque sea de lo que más vivo) pero hacedor. Porque así es el sentido de la vida: hacer. Los nombres sólo son para identificar los hechos u acciones, nada más.



CINCO (Apuesta)
Mauricio Vallejo Márquez

Ahora que sobre la mesa
solo queda la silente baraja
y el rumor de algunos dedos
paseo con mis ojos los surcos duros de mi rival ,
los párpados caen
y mi mano vacía.
No queda más de valor para apostar
sino la vida.
Despacio y como arrullo arrojan dos cartas.
Quedan tres, pero detiene su pulmón.
Apenas tiene frío y sólo hay un sol en la mesa.
Ya quiero cambiar mi reina con sus ocho espadas,
que todo un ejército acampe rojo y con banderas
pero no este 2 de corazones ,
sin escala ni color
solo pareja
y a mi rival se le escapa el honor por la frente .
Juego la mesa y la vida,
él un ruido con su hombría
antes de darme la mano
resignado .




“La literatura nos enseña quienes somos, quienes fuimos e insinúa quienes seremos.”
Mauricio Vallejo Márquez


por Wilfredo Arriola