sábado, 1 de octubre de 2016

La misión de la poesía en todo tiempo. Ser como todo arte una respuesta a los problemas del hombre y la sociedad - Entrevista de Wilfredo Arriola al poeta Velis Tobar

La tarde es amenizada por las letras del poeta y crítico Alfonso Velis Tobar. Con su tenaz voz muestra con tesón su amplio argumento literario, sus opiniones, su manera tan lúdica de ver la actualidad literaria salvadoreña. Nació en Apaneca, El Salvador, 1950. Es académico de las letras,  poeta, escritor e investigador de la Literatura  Salvadoreña e Hispanoamericana. Profesor de Literatura (Universidad de El Salvador, 1984) y Master en Artes (1996, Literatura Hispánica, estudios de Historiografía Literaria y métodos de investigación, Carletón University, Ottawa, Canadá donde fungió como profesor e investigador. Ha publicado poesía, ensayo y crítica literaria en Revistas literarias nacionales y extranjeras. Obtuvo mención de honor  con “Las Estaciones y otras cosas” en los “Juegos Florales de Zacatecoluca” (El Salvador) en 1981. Acreedor a “Moneda de Bronce Dorada y Diploma al Mérito” como triunfador en tercer lugar en la “The North American Open Poetry Competition”. Forma parte de la Antología “Beyond the Horizon” (“Más allá del horizonte”) titulada “The Sound of the Silence”. Otras plaquettes de poesía: “Desde un Cuerpo de mujer” (1983 y 2006), “Poesía colorada” (1985, junto con el poeta  Joaquín Meza), “Los días y la Guerra” (Poesía 1979-1990). “Poemas de exilio” (1987), “Diario de un poeta desesperado” (1990- 92), “Palabra Ardiente” (2007-2010), “Poemas en prosa”. (2005) Su poesía ha sido traducida al Inglés por  Tamara Crespín, Phd. Western Ontario University. Actualmente  trabaja en estudios sobre el proceso histórico crítico de la Literatura Salvadoreña.
Es sobre tantas cosas poeta de la vieja escuela pero siempre con algo punzante por decir que lo convierte en contemporáneo, ameno, intrigante, dueño de todas sus palabras; su juicio de intelectual lo avala. Con el lucido recuerdo del pasado como trinchera para desafiar siempre la realidad, su realidad expuesta en cada uno de sus poemas, en paralelo a ello el basto material inédito que en futuro podremos apreciar como un excelente aporte al presente literario de nuestro país. Velis Tobar tuvo la elegancia de conversar en una de estas tardes colmadas de incertidumbre, con este servidor que tuvo a bien hacerle una serie de preguntas, que el poeta con su mirada profunda y lengua depurada supo contestar a su peculiar manera, a continuación un panorama que dan fe de aquella tarde.
P- ¿Será la poesía contemporánea una respuesta a lo que se vive en nuestro país El Salvador?
R-La poesía no puede ser salvadora  de esta realidad dolorosa que vivimos, después de un conflicto armado  donde la poesía misma se integró a la lucha por la liberación nacional. Claro dentro de esta lucha de clases que enfrentamos ella contribuye a ese cambio con su mensaje a favor del pueblo. Por ello la poesía debe tomar postura moral,  esperanzadora dentro de esta desesperanza de frustraciones sociales en este periodo de postguerra. Esta inseguridad ciudadana como consecuencia de una crisis económica, desintegración social que enfrentamos. Si queremos salvar al país de esta crisis, tanto los que hegemonizan el poder económico,  político y aquellos donde radica la fuerzas de trabajo debemos acceder a ese cambio en beneficio de una causa común para todos, creando fuentes que contribuyan a ese desarrollo del trabajo bien remunerado, para erradicar el hambre y la miseria, alcanzando niveles mejores de vida. Con derecho a la educación, la salud y al goce de  la cultura y a una vejez digna como país civilizado. Pues la riqueza y el bienestar de unos es la pobreza  de otros que caminan desesperados. Aquí sálvese quien pueda ante esta violencia que padecemos, ante los ojos  la noticia sensacional de ser catalogado un país violento en el mundo. Por ello la respuesta de la poesía contemporánea debe criticar todo mal estado de cosas.  Esa respuesta debe ser toda una facultad creadora donde la poesía no pierda esa esperanza, esa magia, esa fantasía lo fantástico de inventar una realidad utópica, esa imaginación al servicio del cambio, por la felicidad de nuestro pueblo, ya lo bastante sufrido, mangoneado por las clases más pudientes. La poesía como una forma de la conciencia social debe buscar ese  cambio a conformar  esa sociedad más justa y más humana, creo que esa debe ser la misión de la poesía en todo tiempo. Ser  como todo arte una respuesta a los problemas del hombre y la sociedad y El Salvador no es una excepción.
P-¿Tendrá la poesía alguna característica imprescindible?
R-Pertenezco a la generación que surge en la segunda promoción  de 1975. Una generación inquieta, de anhelos revolucionarios, que apoyamos tanto la gesta del Che como el de la revolución cubana. Ella no puede dar la espalda a los problemas que aquejan a la nación, una sociedad colonizada, sufrida, de una historia que siempre ha sido triste como dijo el poeta Chema Cuellar.  “Que no ha conocido la felicidad ni la alegría”. Nuestra poesía la mayor parte se caracteriza, por los factores que la determinan a ser una poesía reflejo de las convulsiones sociales, esa historia violenta que padecemos históricamente  a partir de los problemas económicos y políticos. Ella debe ser ojo de juicio crítico, poner el dedo en la llaga, denunciar el mal, superar el dolor social.  Debe pronunciarse, manifestarse, participar con valentía creadora, con sentido de rompimiento, hacia una nueva trayectoria  de la realidad, romper con su lenguaje mismo, alguien que lleve al cambio como nación independiente, libre y soberana. Así que lo imprescindible de la poesía, es que ella prescinde de su  creatividad a la evocación de nuestros problemas, lo que significa rescate de nuestra identidad nacional y cultural. Debemos descolonizar la conciencia al mismo tiempo de descolonizar  esta sociedad sometida y allanada por el imperio del mal.
P- En su visita más reciente al país  ¿Cómo ve Ud. el panorama social y cultural que se vive dentro?
R-Tu pregunta tiene situaciones de fondo. Viendo ese panorama social y cultural a partir de una visión materialista de la historia. Lo que siento, primero la inseguridad la desconfianzas.  ¡Sino mira el índice  de victimas  a causa del crimen organizado y en acuerdos con los poderosos! Padecemos la política  neoliberal económica. El nacimiento de las maras es producto de la desintegración económica y social, crisis misma que propiciaron los vende patrias del sistema.  Aquí la corrupción anda como fácil manejo del pecado. Nuestra esperanza con este gobierno revolucionario del FMLN trate de resolver la secuela de problemas que nos trajo la postguerra después de los acuerdos de paz en 1992 y luego el mal manejo estatal de los gobiernos de ARENA a quien poco le importaron los problemas del pueblo, un pueblo que se niega a morir. Puedes ver el consumismo de esta falsa imagen de progreso. Pienso  que esta aparente modernización solo demuestra el “profundo atraso” en que vivimos, mientras la miseria y el hambre rondan por doquier. El Gobierno no solo debe preocuparse por la seguridad, de las mejoras del país sino reflejar  honestidad, confianza y gobernar con transparencia al pueblo.
Aquí el panorama  cultural parece de mucho entusiasmo, pero es desértico, falta apoyo, falta establecer una política cultural. Aunque parezca aislado, debería haber un frente cultural de escritores y artistas. Después de la guerra, la crisis nos lleva a los cambios,  la influencia de la tecnología de las redes sociales, para muchos pasatiempos bobos. Veo un panorama cultural muy pobre, aunque hay entusiasmo en el quehacer  artístico en general como te repito; creadores que pretenden vivir del arte con justa razón a sobrevivir en este medio en crisis [hostil al arte]  y  falta de oportunidades, que obligan a emigrar a mucha gente a ese  sueño americano donde creen encontrar felicidad y a veces hasta la muerte. Aquí estamos acostumbrados a padecer  una pobreza cultural enfrentando un sistema de injusticia social. Aquí  la cultura tiene su gozo de clase privilegiado. Y también la justicia misma lo tiene “La justicia pica al que solo anda descalzo” decía Monseñor Romero con entera razón. Vemos con cinismo las escenas  de  corrupción, los desfalcos al pueblo que podrían servir en programas  que contribuyan al desarrollo  social y de la cultura.  Aquí hay subdesarrollo del capital dependiente de quien nos maneja y nos empuja al cambio por medio de una política árida con la llamada “Globalización” más bien “globalización neoliberal”. Aquí necesitamos más armonía social, de oportunidades al mejoramiento de las clases  pobres. Un socialismo del siglo XXI que garantice nuestra soberanía propia, no ser manejados por intereses transnacionales y consorcios económicos. Aquí falta mucho más apoyo a la cultura por parte del Estado. Se exige un Ministerio de Cultura que no solo estimule el espíritu  creador.  Los problemas están de fondo cuando se habla con profundidad de ese panorama cultural, falta apoyo para nuestros valores. Vaya  por qué no decir, que pensionen  aquellos que han contribuido y siguen contribuyendo a la cultura. Veo bastante  entusiasmo con la literatura  y las artes en general, la investigación  antropológica, étnica, el cine que se está experimentando. Pero se necesita más apoyo del estado. La cultura debe enriquecerse en su desarrollo mismo de su identidad propia,  una cultura de convivencia humana, para mayor gozo espiritual del pueblo.
P- ¿Qué arriesga un poeta en un país como El Salvador?
R- Ese riesgo dependerá de tu conducta moral que asumas en su momento histórico. Como poeta, como escritor debes actuar con un grado de compromiso en la práctica misma de esa conducta moral que a ejemplo propiciaron poetas como  Roque Dalton, Alfonso Hernández  y luchadores como Farabundo Martí, Anastasio Aquino ejercían militancia y compromiso. Como creador  debes ser consecuente con lo que escribes, con lo que piensas en beneficio de los más necesitados. De lo contrario serás escritor comprado, amoldado como a la horma de un zapato, dotado de una conducta moral que más comulga con los intereses de los sectores egoístas y vende patrias del sistema. Donde te harán sentir que estas bien con Dios y con tu estómago. Por tanto debes  ser portador de una  conciencia social de participación liberadora, revolucionaria en todo momento con sentido de cambio. Muchos escritores y poetas de los 60, 70´s, como otros más jóvenes nos fuimos en apoyo de la guerra por esa liberación nacional. Se luchaba por el pan la justicia y la democracia. Aunque el riesgo era  jugarte la vida, la cárcel, el exilio, el secuestro y la tortura.  Era un riesgo ser poeta cuando eras justo el mismo grito con el pueblo. Se buscaba contribuir al cambio,  atacando todo mal estado de cosas, una historia sangrienta  que toco enfrentar de la que fuimos testigos. Nuestro pueblo siempre  fue víctima  de la represión de gobiernos de corte neofascista que empezó a afilar su maquinaria represiva desde 1932,  implantando una dictadura de gobiernos militaristas demagógicos, pro-imperialistas. Siempre cuidaron  los intereses de la oligarquía terrateniente, industrial y cafetalera, quienes vendieron el país al mejor impostor del imperio atentando hasta contra nuestra identidad cultural. Esa conducta moral del poeta, del escritor del artista debía ir en apoyo de las organizaciones democrático revolucionarias, no podías quedar aislado.  Tenías que militar por lo menos a través de la poesía, con inteligencia  y cuidado porque si no eras hombre muerto o venadeado. Lo mismo debes hacer en este momento en esta lucha de una nueva coyuntura política de posguerra. Poner al servicio del pueblo tu imaginación creadora, tu ficción como reflejo mismo, como testimonio de nuestra realidad salvadoreña. Esta democracia que vivimos que falta cimentar o profundizar nos ha costado sangre y muerte, por lo tanto debemos consolidarla en la práctica misma de una  poética creadora aun con riesgo de la vida dentro de este nuevo medio. Aquí siempre ha sido un riesgo ser poeta cuando fuiste honesto consigo mismo, leal a tus principios y honesto con los demás. Espero que me captes que ese compromiso de conducta moral será todo el tiempo un riesgo de una u otra manera en diferentes circunstancias históricas.

P-¿Cuál es la característica  personal que marca  pauta  de la literatura  nacional en  el  extranjero?
R- La literatura salvadoreña antes y después de la guerra ha tenido  bastante aceptación y renombre a grado que hoy es tomada en cuenta por el “canon literario” de las universidades extranjeras y en especial de EEUU, Canadá y Europa. Quizás por tradición nuestra literatura está determinada por encausar una temática de los problemas sociales y por esa tradición de rescate de nuestra identidad cultural. Enraizados, enmarcados en acontecimientos políticos y tragedias históricas. Por consecuencia de la guerra, vino la crisis, vino el exilio o destierro forzado o voluntario  y por consecuencia el promover  y enriquecer la imaginación  creadora. Fue el fenómeno de la emigración y causas económicas, políticas y disidencia social. En EEUU, Canadá, Vancouver vemos una literatura salvadoreña con mayor resonancia internacional gracias a los escritores salvadoreños extranjeros. Lo he podido comprobar a raíz de las fuentes consultadas  como investigador experimentado.
P- ¿Qué libro hecho por un escritor salvadoreño le ha dejado las mejores sensaciones?
R-Diríamos mejor que obras de mayores facultades creadoras de nuestros escritores salvadoreños de mayor representatividad nos corroen el alma, nos golpean los ojos, la imaginación misma dándonos una imagen de nuestra realidad hecha ficción o ficción de la realidad. El propósito mismo de esas sensaciones que los meta textos en cualquier género, característicos de la literatura salvadoreña en tiempo y espacio o temática testimonial nos plasman reflejo de la historia. Facultades creadoras, que nos hagan pensar, que nos abran los ojos. Desde Salarrué con su visión costumbrista, el mestizaje que cuestiona y plantea de sus maravillosos temas y mundo utópico con su “O-Yarkandal” hasta esa estampa social de picardía e inocencia que reflejan sus “Cuentos de barro” y “Cuentos de cipotes”. Las mejores sensaciones que nos deja un escritor,  son aquellas que nos hacen sentir en carne propia los problemas humanos y sucesos de nuestro tiempo como la poesía de Claribel Alegría, Claudia Lars, Pedro Geoffrey Rivas y Francisco Gavidia con esa visión de mundo en “Sooter o tierra de Preseas”. Las narraciones y la poética de militancia como reflejo de la historia como Oswaldo Escobar Velado, Alfonso Hernández, de  Roque Dalton con “Pobrecito poeta que era yo”  y “Las historias prohibidas del pulgarcito”, poesía socio histórica.  Un novelista de la talla de Manlio Argueta con “Un día en la vida”, genial pues en un día cuenta la historia revolucionaria de un pueblo en lucha; de  poetas como Roberto Cea, habla de historia y revolución con sus “Herederos de Farabundo”, “La Guerra Nacional”  y “Tierra de preseas” a partir de su visión mítica desde “Todo El Códice”, luego ese sincretismo religioso de su “Misa Mitin”; así como el erotismo candente y picaresco de “Mester de Picardía”,  que recrea lo lúdico de su poesía; una poesía conversacional por la manera de usar el lenguaje coloquial  lo encontramos como en su  nueva poesía “Xipe Totec”,  el “Cantar de los Cantares y otros boleros”.   También Pedro Geoffrey Rivas, rescata ese  pasado histórico desde nuestros ancestros culturales,  esa atmosfera cósmica en Los “Nietos del Jaguar”. Que más sensaciones causa esa visión de lo cotidiano de poetas como Roberto Armijo,  Alfonso Quijada Urías, lo distinguen obras como «Las Esferas circulares». Pero quizás no tendría sentido esta respuesta si olvidamos a un escritor de mi generación de los 70s, adquiriendo relevancia internacional y característica creadora por su estilo de narrar,  por su manera  en usar el lenguaje urbano,  se trata de Horacio Castellanos Moya; a ejemplo “La Diáspora” y “El Asco”, son novela singulares. Hasta la poesía de los 60-70 grupo Piedra y siglo, Chema Cuellar, Melgar Brizuela y la crítica de Lara Martínez, Luis Alvarenga, la poética y de  Huezo Mixco, Roberto Monterrosa, Marquina, Reyes Gilberto Arévalo, Joaquín Meza, el teatro de Miguel Chinchilla y Jorgelina Cerritos, la poesía de Mauricio Vallejo, los del grupo Xibalba con la voz de Otoniel Guevara, Vargas Méndez hasta la poesía coloquial de Chamba Juárez, como los que formamos los Cinconegritos. Que te puedo decir ya después de la oleada de posguerra su poesía no cuaja, repiten muchos temas trillados, no rompen, surgen en otro contexto histórico social, de reconstrucción nacional, época de frustraciones y desesperanzas pero sin perderla. Aunque surgen buenos narradores como Menjívar Ochoa, Jorge Galán creando una novela testimonial. Bueno poeta si nos ponemos a valorizar geniales obras de nuestra literatura. De autores representativos, los encontramos con lupa. Pues tanto en teatro, cuento, novela y en cierta medida con el ensayo critico histórico nuestra literatura es portadora de obras de gran trascendencia cultural. Habría más pacientes analizar quienes y que obras son de trascendencia histórica. Lo digo por los que se escapan a mi memoria de los cuales hay otros que tienen valor que me disculpen mi olvido involuntario.
P- Además de tu creación poética gustas del ensayo crítico y se nota tu preocupación. ¿Qué más aportarías dentro de tus reflexiones acerca de los problemas del proceso histórico de la literatura en el país?
R-Creo que tu pregunta nos lleva a cuestionar la producción historiográfica de la literatura salvadoreña y ante el problema mismo de la crisis de la crítica literaria vista desde un marco centroamericano. Ya que la crítica literaria es fiel instrumento para crear el aspecto teórico del proceso creador. Este problema de crisis debe de enfocarse desde un examen crítico de lo pobre que andamos en el seguimiento del proceso histórico de nuestra literatura salvadoreña. Este problema de crisis, es parte del problema del mismo subdesarrollo de la cultura como factor determinante de la crisis de la  historia literaria en el país. Aquí falta método científico en la elaboración de una nueva historia de la literatura con otra visión social del seguimiento dialectico de sus periodos históricos del pasado a lo contemporáneo. Además falta una teoría de la literatura en relación con la historia ayudado por la crítica, faltan los investigadores y críticos de la literatura para conformar ese proceso de la literatura. Pues aquí no los tenemos y si los hay donde están para lanzar ese grito a través del planteamiento del problema de la historia literaria que tanto necesitamos. Llevamos más de cincuenta años, desde que en 1957,  Toruno, Gallegos Valdes, María de Membreño y últimamente Vargas Méndez junto con J.A Morasan, con sus aportes, no hay un seguimiento concreto de nuestra historia literaria y esos aportes hay que cuestionarlos pues son motivo de análisis de como organizan obras y autores, como distribuyen su discurso literario dentro del imaginario socio histórico. Además agradecer a ellos que si no se hubiera en parte preocupados en este rubro no tuviéramos nada a pesar de la falta de visión científica en que enmarcan el proceso de la literatura y el problema es de método. Y esa es mi preocupación organizar nuestra literatura en forma más sistemática del pasado al presente. Nuestra literatura debe ser rescatada pues en el pasado ha sido negada por los censores de los gobiernos dictatoriales y represivos a la libertad de pensamiento,  claro por las mismas contradicciones de clase e ideológicos. Esto debe ser motivo de preocupación, de estudio, disciplina de un equipo para realizar este proyecto de investigación y análisis del problema  para crear  una nueva historia de la literatura de El Salvador con una nueva visión. De fondo al problema está el subdesarrollo de la cultura misma, de nuestras letras, dentro de un sistema de injusticia social que enfrentamos en todo sentido. Es necesario hacer este planteamiento. Es un reto a la Cultura oficial y “oficiosa” del Estado, a los intelectuales, “investigadores”, grupos, talleres de letras, universidades tener al día el seguimiento de la producción literaria del país. Aquí en El Salvador, apenas existen proyectos concretos en la investigación sistemática de la literatura. Salvo algunos indicios en las tesis o monografías universitarias, con deficiencias al caso ya que seguimos, sin un serio estudio de nuestra producción literaria nacional.
Esta entrevista fue publicada en el Diario Co Latino el sábado 24 de septiembre en el suplemento 3000
por Wilfredo Arriola

martes, 14 de junio de 2016

Lectura de Wilfredo Arriola en Café Maktub



Wilfredo Arriola estará en Café Maktub este sábado 18 de junio de 2016 
Hora: 11: 00 a.m.
Invitado/as 


Mapa de la ubicación del Café Cultura Maktub


jueves, 9 de junio de 2016

Enunciado de la ironía

Empiezo este poema y al mismo tiempo
alguien se ha arrepentido de conocerme.
Del mismo modo las pisadas de lo incontenible
tienen el mismo camino del infortunio.
Te encuentro del otro lado del puente
cuando termina la última canción
cuando llega el silencio a trastocar el ruido.

Pareciera que uno atrapa la ola que ha aprendido a marcharse.
Y hay algo de ironía
de rabia
de una impostura tildada con el miedo.

Alguien durante este poema dijo adiós para siempre y no lo ha sabido.
Alguien se acaba de enamorar y ambos no se han dado cuenta.
Alguien responde a su nombre por última vez dentro de su casa.
Alguien maneja a un aeropuerto con ánimos de tomar el camino contrario.
Alguien en cada encuentro cierra un ciclo que solo él sabe. 
Alguien envió su último texto sin preguntar ¿cómo estás?
Alguien bailaba por molestar aquella canción que no sonará más.
Alguien dice te echo de menos después de cortar una llamada. 
Una foto retratará sin saberlo la suma de tus únicos amigos.
Algo sucederá y vendrá la ironía a zarpar todo el olvido.
A bucear todos esos espacios que ya no importan.
Alguien dijo: me llamas cuando llegues a casa
pero su casa será una nueva forma de amnesia.
Vendrá lo unánime a burlarse de nuestro dedo impostor
a quedarse cuando a la fiesta le sobra el sonido de la multitud
y ya no es nada
sino un espacio devastado por los que han sabido largarse.
Ahora ¿para qué?
Me hurgas en la herida
me revuelves las fechas
me hablas al oído como se les da fuego a las velas del pastel
que conmemora una derrota.

Atizas lo que no se puede apuñar.
Sos la ironía que besa solo labios dormidos
Que abraza cuando uno exige soledad.
Sin embargo
Uno siempre vuelve a quemar cartuchos
a darse por muerto una segunda vez
a creer que la suerte es el dios de los tristes.



Wilfredo Arriola Junio/ 2016

viernes, 20 de mayo de 2016

Wilfredo Arriola en Día a Día News de Los Ángeles (CA).

Wilfredo Arriola fue publicado en el periodico Día a Día News de Los Ángeles (CA). 
Dejamos el enlace a continuación para que puedan leer la nota: Nota Wilfredo Arriola en el periodico Día a Día CA

jueves, 28 de enero de 2016

La fundación de lo inevitable

I
Lo que hay de eternidad en la certeza es la fundación de lo inevitable.
Dijiste cuando me mirabas,
la tarde en que fuiste por última vez dueña de tus daños.
Nadie, implora después de la derrota.
Nadie, siempre es una multitud en la soledad.
Nadie, hace milagros con el óxido del cerrojo del desespero.
Nadie tiene la eternidad porque nadie conoce lo desconocido.
También eso decía tu mirada.

II
La pupila guarda en sí, el error del recuerdo.
-pero el descaro siempre firma en la ironía-
Si puedes entiéndelo así.
¿Has encontrado el peso del vacío?
¿A quién mira uno cuando tiene la mirada perdida?
¿De quién es el poema que uno firma en segunda persona?
La respuesta es la suma de nuestras soledades.
III
El fuego que nubla también predica la oscuridad.
Vos fuiste eso: El abismo que existe en mi sombra.
Vos fuiste eso: La ciudad que nadie habita cuando uno llora.
Vos quisiste eso: Ser el puzle que rige el insomnio.
La trampa de un lobo que no sabe para quién aúlla.
Vos quisiste eso: Ser vos incluso cuando le apostabas a ser la impostora.
IV
Nadie sale de sí mismo.
El abandono se paga con moral.
-Ese fue el recuerdo primero-
La meditada cobardía del silencio.
-la sabiduría es innegociable aunque su escenario sea el sosiego-
De ti hay dos partes que duermen mis dudas de tanta espera.
Diré dos para atribuirme los dones de lo destilado.
V
En lo inconexo tiemblan dos mitades.
Lo que hay entre ellas tiene el símbolo de la verdad.
Eso somos: materia que busca su verdadera esencia.
El encuentro y el desencuentro
ambos son inicio pero este último inicia lo definitivo.
VI
La eternidad si es que existe esta después de tu silencio.
Lo demás tiene que ver con el olvido.


Wilfredo Arriola

viernes, 1 de enero de 2016

Dimensiones del desamparo



Lleno mi barco con todos los tripulantes que viven en mi alma.
Respondía en silencio cada una de tu silabas,
 para que la vida no se enterara
de lo que mueves dentro de mí.
No tengo dolor que compartir desde la noche aquella
si es que los dolores merecen la difusión que deja una herida.
Presiento que se han fijado los martirios del día infinito
por tu cuerpo navegado de otro mar, de otra sentimentalidad.

Los botones de la mañana sujetan la resaca del insomnio
no podría sentirme alejado del mundo,
mientras asistes con tu recuerdo de días soleados
destapas en mí lo que no devela la trivialidad de los días.
El tiempo esquiva en sus pasadizos
una historia a la cual debo rendir cuentas
como se le rinde cuenta a uno
en la extensión de campo germinado que deja la soledad.

¿será el veneno, la sinceridad con la que veo los caminos que nunca te trajeron?
Asumo mi abandono
Como también el residir en la noble estadía de los balcones
donde se lloran las canciones que no dedicamos por miedo al futuro.
Regalar futuros es preparar dolores a distancia.
Canciones con el solfeo mustio de la nostalgia.
Comprendo que la tenacidad del orgullo
es ese rigor de miradas falsas
de agua en vez de vino
responde al miedo
cuando la pregunta es futuro.
Veo asesinado al pequeño niño que guardan nuestros años.
y de eso nadie sale ileso.
No se volver sin imaginarte devaluada por mis sueños
esa premisa de saberte así 
es una de las razones que ajan mi página
postigo sentimiento detrás de mis ojos.
Todos somos libres cuando partimos de la casa del amor
todos de alguna manera nos marchamos esperando no volver
cuando desde donde se parte sólo queda aquel rostro
que ya no agita sus labios en nuestro presente.
No confundas las palabras rotas
en las comisuras del falso impostor.
Las mentiras tienen el tiempo de una noche
como el tiempo de una depresión. 
Mas todo pasa
volver a la verdad como se vuelve al primer idilio.

 Se ha encendido una luz, para que todo parezca confuso.
No te expliques tan a fondo conmigo
no te lleves el poco fuego de mi mirada
no insistas en fermentar el crudo lazo de la convergencia
en el que no figuramos.
El infierno es un cuerpo de mujer que no se puede tener.
Si tan sólo supieras o la poesía supiera de ti
como se encuentran las espadas que escoltan tu rostro.
Hablas y me desencuentras
me alejas de la poca verdad
me rompes los planos de la vida.
Me usas sin siquiera saber lo deforestado que me dejas.
Tan sin nombre
tardío, impune, desalojado.
Con una llave en mis manos
como temiendo cuidar de ti
tú que ni siquiera eres dueña
de la última palabra que dices
del suspiro que te roban las cosas que no puedes tener.
Te escribo para entenderme
para extirpar el tumor del anhelo.
Ser consecuente dentro de un abismo
ha eso me has aprisionado.
Dicho de otra manera:
Reparo tu huella cuando corres en dirección opuesta a tu destino.
No te expliques tan fondo conmigo.
Tú, que no sabes de comienzos
peligrosa tarea que nadie te ha delegado.
La vez que te acuerdes de mí
comprende
que no se puede huir con una llave en la mano

mirando en cualquier destino la misma puerta

Wilfredo Arriola