Ayer presente Sueño Inverso. El día era un poco extraño tenso, abrumador, no sabía si quedarme en mi cama hasta largas horas de la mañana y empozarme si fuera posible y no aparecer. Desperté con más miedo que ganas, no me sentía del todo bien, mis ojeras predicaban de mi… y un sueño rezagado se hacía mar, los casi 30 días de preparación se hicieron cada vez más pequeños, quise tanto que fuera 27 y un día antes quería tanto que fuese 2 de noviembre, que cosas. Sin importar mi estado emocional, sin preparar un carajo que decir, a no ser un escrito hecho en unas páginas desveladas , a propósito con el guion estructural de mi cantante de cama, lo hice llevaba unas que, unas 3 o 4 páginas que murmuraban, de todo esto, de porque escribo, de porque compongo o descompongo, si la métrica o el acomodamiento, si el parnaso o los calle… Lo hice así, a la buena de Dios y a la mala del diablo, con todo eso y más, me sentía un poco “satisfecho” con lo apuntado, sentía que era algo digno de expresar a pesar de su extensión, ya que uno como escritor se acomoda a la moda de hablar poquito para que “pegue” tu escrito y esos aplausos sean con aire de voluntad, así termine lo empezado uno que otro ensayo en casa de un amigo poeta, retocando entradas, formas de elocución, manera de dirigirse a los presentes, algo para mediatizar la mediocridad, también estaba ahí un cantautor que hacía con la guitarra melancolías, tocaba romances. ¡Qué manera! Yo tuve y tengo envidia sana, lo acepto… El día llego se monto una mesa para exponer los libros de la editorial, se acercaban curiosos, interesados, criticadores (que bueno) sociales, deprimidos, obligados, “amigos” todo, preguntaban del hecho, ¿Cuándo sería? ¿A Qué horas? ¿Dónde? ¿Quiénes eran los ponentes? Respondí alrededor de unas 80 veces o más esas preguntas, ya me sentía identificado ¡Que oficio! Las horas pasaban, después de un receso descanse un poco el diafragma, luego me incorpore más tarde a seguir mi dinámica, hable, hable y hable, unas firmas para los libros aliviaron un poco el malestar corporal, todo esto con mi colega Néstor Moreno, ahí nos dimos cita, me hizo sombra y viceversa… Se acercaron viejos amigos, impresionados con mi cambio, (la verdad nunca cambie, simplemente deje de aparentar) Algunos leían algunas estrofas del libro y murmuraban:
lucidas voces extraviadas, cabalgando las hebras de tus cabellos a falta de los labios de tus parpados diminutos entre mis sueños.¿ Qué querrá haber dicho? Quizás solo fue un anuncio en su mente… me hice un buen número de clientes potenciales, me di a conocer era la idea. Se acercaban las 7 de la noche hora final, Presentación de Sueño Inverso y Pecado, el libro de mi compañero Néstor Moreno, varios de los que llegaron al stand confirmaron su presencia a la hora indicada y puesto así fue, al redor de unas 60 personas estaban ahí, empezamos con el Necio de
Silvio Rodríguez, alternamos la canción con unos poemas nuestros, para hacer amena la velada , luego Mauricio Vallejo Márquez, comento nuestro trabajo hizo alusión de la dedicación, del talento(si es que hay) y de todas esas cosas que algunos no saben…Luego tuve unos minutos el micrófono y aclare unas cosas del libro,
“Porque los sueños siempre suceden cuando menos nos lo esperamos, de la noche extraje lo mejor de mí, siempre se puede hacer algo de lo malo, de ese desamor que después se convierte en pasión” luego leí el cadáver de las cuartillas desveladas fue largo en contra de la moda del país, así me gustaba así termino. Moreno continuo hizo del micrófono lo suyo, se agavillo ente los demás y como era de esperar hubo aplausos, tremendo lo de él, llegara lejos… Reaparecí, divulgue los poemas
Carta a la Utopía, Exclamación, Prometo no llorar y Catarsis de una Noche. Carlos Rubio siguió con
Cristo de la Palacaguina, Tu poeta, y Venansa. Que decir un sueño más, ojalá lo apunte el tiempo. Solo puedo decir gracias Presentes, muchas gracias.
Wilfredo Arriola, con mis más sinceras letras
Hasta pronto.