sábado, 13 de noviembre de 2010

Ámense



Y que se amen el cuerpo, el tacto
La lujuria, mis deseos cruciales
Y se amen los tiempos, los días impares
La espera  y el tiempo tardío
No dejen de amarse, el vino y la resaca
Tus labios y los míos
Tu voz y mi tímpano
Mi cama y tu espalda
Mi sexo y tu éxtasis
Mis pasos y tu camino
Ámense dedos silentes
En tu cadera llena de amaneceres
Ámense, vértigos de tacitas enfermedades
Ámense  soles y lunas
Risas y nostalgias
Acantilados del paraíso escondido
Ámense días no sucedidos
Las fechas con duelo
Las fechas marcadas de cielo
Las culpas entre las dichas
Ámense la poesía y las naciones
Vístanse de versos las generaciones
Amen al cuento, que de el vivimos
Ámense, después de tanto
de amar se forma la vida.

Wilfredo Arriola


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