Traducción del humo...

Me quedan húmedos los pasos
cuando te busco y no te busco
en la colilla de un cigarro mal acabado
hay de las copas a salud de nadie
de las lagrimas fugases
de las muecas con antifaces
no puedo decir que te eh olvidado
si tu vigilia es mi trifulca de verano
más que una llama en el incendio
de mis peores pecados

Wilfredo Arriola.

¿Como olvidarte? Como olvidarte...

A veces los versos se vuelven intratables

no hay comandas con la orden de ti en mi butaca

no hay soles calentándome la espalda

ni mucho menos llamadas perdidas

con angustia de mirarte

la sentencia del despido no es el lejos

la sentencia es tu amor pintado en otros labios

me gusta tu tacón en mi banqueta

la manía de tu pelo

tu sastre tallado en tus piernas

el coro de tu himno

tu lunar astuto

el sonido de tu cansancio

el reproche sin argumento

la píldora sacaría

tu tanga barata

tu vestido a lo marilyn

¿Cómo olvidarte? Como olvidarte…

Wilfredo Arriola

Nombrando tu nombre...

Quiero encontrarte
acabarme las manos en un abrazo
llorar sobre los días que fueron
y no volvieron
salir de mis sueños a buscarte
entre lo lejos
en mis labios no tengo nada
más que tu nombre deletreado
a voz cortada
más que mi absurdo tiempo
gastado en tu silueta desmembrada
lengua de espada
respiración en mi cuello
mejillas bronceadas
mi canto aislado
oasis en mi alma errada
vigilo tus huellas como
centinela en pena
atiendo los trenes
por si bajas, matando penas
Tu nombre. Es mi nombre en otras letras
en otros tiempos
nutriendo la espera
mis rodillas aclaman
la llama de tu cara
los pasos de tu pelo...
Dos veces menos canto
con tu boca cerrada
sin tu ropa tendida
en el escaño de mi cama
después de una tormenta
con ruido de sabanas
hay cosas que ni escribiéndolas
se acaban.

Wilfredo Arriola

Mujeres...

Hippies, herreras, meretrices
Obreras, chamanes, peritas
Canilleras, usureras, maniquíes humanos
trotamundos nacionales, obesas
aficionadas de ficción, lesbianas, faquires
mártires, periodistas, celosas
reprimidas, engañadas, fresas desquicias
milperas, poetas, rockeras, vividoras
artistas, pesimistas ,altruistas, presas,
impostoras, rubias, taxistas,
cafeteras, vende patrias, vividoras,
estilistas, surrealistas, amas de casas,
amas de nadie, lunáticas, indecisas,
inéditas, orgullosas, fumadoras,
estéticas, busconas, lloronas, preñadas,

lindas, amantes, errantes,
mendigas, incautas, muertas inmortales,
flautistas, derechistas revolucionarias,
feas que se creen bonitas, bonitas que se cree feas.
¿Entre que personas estas amada mía?

Wilfredo Arriola

(en el día de la mujer)

Cada vez más atados al espectáculo de sus cuerpos...

Comentario del poemario PoeTavo. (El diario de un prezo)

PoeTavo tiene una fuerte carga poética que es desmensurable se mueve entre las hemisferios terrestres insanos que le dan una mística mordaz a cada etapa vivida dentro de ese manicomio inédito, cada momento tiene su propia etiqueta mostrando así los soliloquios que un ser humano puede gritar con la compañía de la soledad, de la resaca moral, de la queja del “barco” que nunca llega… y de las miserias recalcitrantes que se divagan entre horarios y espacios vacios que se vivieron en cada pestaña de los meses ahí vividos, o ahí fenecidos.

“En el mes de la libertad estuve preso” Con ese estoicismo punzante se materializan las yagas incurables que se profanarón en los cubículos en donde se dejaron los suspiros que por instintos básicos salieron, y que por esa nostalgias siguen perteneciendo a donde se dieron cita, sin saber. Lo cierto es que lo furtivo de aquellos atardeceres se quedaron impregnados en las páginas de PoeTavo, mascullando los momentos felices, y poniendo la nostalgia en andamio como única intención de ser un hito referencial. El baluarte de los versos es la misma cosmología que se pone a quema ropa y lanza misiles disfrazados de letras a los que están detrás de esta obra sin función. El surrealismo impreso dicta un afán que solo un sobreviviente y un radical que vivió la muerte indirecta entre las rejas mentales y físicas lo puede llevar a cabo, ahora bien entre las rimas, las prosas, los mensajes tangibles se puede dar fé, del misterio que envuelve
MARI, MARIONA, MARIHUANA.
Esta escuela también se llama soledad:

“Desde la soledad del musgo
saludo a los poetas
a la sabiduría con grilletes
Aquí el volcán se vuelve gris
tras la tristeza
y los barrotes ”

Elemental las proezas, y sustanciales las noches vistas desde arriba desde ese palacio con olor a recinto que todavía se recuerda con las misma histeria y frenesí que en aquel tiempo se vivieron y ahora no son más que las líneas con un antagonismo puro que interpreta de una manera peculiar lo acontecido tras el telón del siniestro.


Wilfredo Arriola. ( comentario del poemario Poetavo, de su autor Flavio.)

Espero

Vengo a tu cuerpo cansado
con mis alas decadentes
imitando el plagio de tu invisibilidad
mi caldera, son los días de mayo
lícito es mi lamento,
en pos de tú bondad
ya mi voz se confunde
entre la inhalación del mar.
Ven y sácame del cuerpo
el cumulo de promesas,
que prometiste antes de nacer...

...Espero tu voz combatiente
espero tu queja incauta
espero tu eclipse asistido en mi esplendor
espero tu argumento
sin complemento en mi habitación
espero…Cuantas cosas espero
de lo intangible,
que es tan inasequible
como un lunes sin depresión…

Wilfredo Arriola.

Para Chile

La copa se movió hasta el hastió
supo más a resaca que alegría
tus segundos aguerridos
mi vértigo en ascendencia
claudica en el iris consolable
de llamar al vino, vino
y al desastre, desastre
Chile, tu bandera en una tea
de llama ebria con risas de naturaleza
te lloran mis ojos movidos
mi sudor de años
mi futuro es un suelo acantilado
mi presente, cerillos mojados…
El bar, una casa baldía…
Chile. Neruda hubiese llorado.

Wilfredo Arriola

(En honor a las victimas del terremoto 2010)

A vos...

A vos, que sos el poema
El verso de madrugada
El cantado con pudor
A vos, que me desarmo si no estas
Mi linterna en la oscuridad
El asueto de mi mal
A vos, teniente de mi cama
Mi rosa de tréboles
Mi pausa agitada
La llave de mi cerrojo
A vos, mujer sol
A vos, a tu beso
Y a todas las que sos...

Wilfredo Arriola, tú complice.