Me tuve de tu mano el tiempo que duro
nuestra sospecha de amor.
Tan sólo de tus manos, de las manos.
Manos que son golpes en reposo.
La mano de obra de la letra
El gesto del adiós
El representante del que acusa
La opinión del silencio
El vehículo de la caricia
La reverencia del militar
El cliente de los guantes
El escenario del compromiso del matrimonio
El nido de donde se amamanta la vida
El vaso empírico de la niñez
El puente de los cuerpos
La voz de los horizontes
Otra forma de pedir auxilio
Otra forma de disciplinar
Una manera desleal de abandonar
La energía de la guitarra
Del piano
Del violín
La mano, escondite de la vergüenza
Eslabón de las historias, de casi todas las historias.
Lo dijo Cernuda:
“manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,
cataratas de manos que fueron un día
flores en el jardín de un diminuto bolsillo.”
Ahora nada más la que desgarra esta página.
Wilfredo Arriola
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